La investigación se inició a raíz de la denuncia de una mujer que afirmaba haber localizado unas pulseras de oro de su propiedad en un establecimiento de compro-oro de Valladolid. Tras las gestiones realizadas, los agentes comprobaron que dichas joyas fueron vendidas por un individuo que conocía a un amigo de la denunciante, a los cuales alojó en su casa y ambos con numerosos antecedentes por delitos contra el patrimonio.

Los agentes pudieron comprobar que no solo habían vendido esas piezas sino que llevaban varias semanas sustrayéndole joyas que vendían en locales de Valladolid, normalmente ellos mismos, si bien en alguna ocasión lo hizo un conocido de éstos que fue detenido por un presunto delito de receptación.

Posteriormente, y con el pretexto de una discusión entre los dos varones, se llevaron el resto de las alhajas que guardaba la denunciante en su dormitorio y huyeron de Valladolid. Por el camino fueron vendieron parte de las joyas en las localidades de Ávila y Sevilla, aunque la mayor parte de las alhajas fueron recuperadas por los investigadores

Los detenidos quedaron en libertad tras tomarles declaración.

La investigación y las detenciones fueron realizadas por el Grupo 4º de la Comisaría de Delicias de Valladolid, perteneciente a la Comisaría Provincial de Valladolid, en colaboración con la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Ávila y la Unidad de Extranjería de Ayamonte.