Los premios han sido entregados a ambos investigadores por el Teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, Javier Benjumea Llorente, marqués de Puebla de Cazalla, y por el rector de la Universidad Pablo de Olavide, Vicente Guzmán Fluja.

Según han informado la UPO y la Real Maestranza en una nota conjunta, la octava edición de estos premios se convoca con la finalidad de "estimular los trabajos de investigación de calidad que puedan desarrollar todos aquellos investigadores jóvenes pertenecientes a la Universidad Pablo de Olavide".

La Real Maestranza ha otorgado a cada premiado 3.000 euros y diploma de la institución, y los galardonados han sido presentados por el vicerrector de Investigación de la UPO, Bruno Martínez Haya.

PREMIO CAMPO DE CONOCIMIENTO JURÍDICO

José Manuel Macarro Osuna es doctor en Derecho Tributario Europeo por la Università di Bologna, en la Scuola di Alti Studi Tributari, de la que la Universidad Pablo de Olavide es parte integrante. Tras acabar la Doble Licenciatura de Derecho y ADE con 65 matrículas de honor, fue Premio Nacional Fin de Carrera, y su tesis ha obtenido la Mención de Honor del European Tax Thesis Award, que premia las mejores tesis doctorales de Derecho tributario de la Unión Europea.

Actualmente es investigador contratado en la Universidad Pablo de Olavide, habiendo ya obtenido la acreditación como contratado doctor. Ha realizado estancias de investigación en algunos de los principales centros de Derecho tributario internacional, como la Seast de Bolonia o el International Bureau of Fiscal Documentation de Ámsterdam. Sus áreas de estudio se centran en el estudio internacional del Impuesto sobre el Valor Añadido y los mecanismos anti-evasión basados en el intercambio de información tributaria a nivel de la UE.

Su publicación 'La competencia fiscal y el comercio electrónico en el IVA', publicada en el año 2014 por la prestigiosa 'Revista Española de Derecho Financiero', "pone de manifiesto los avances que se han desarrollado en la Unión Europea en la tributación de las transacciones de comercio electrónico".

Así, realiza un estudio crítico de las novedades introducidas en la Directiva IVA a partir del año 2015, destacando los importantes efectos que tienen las nuevas reglas de imposición en el país de consumo para combatir la competencia fiscal perjudicial existente en el sector.

El artículo también propone "soluciones para solventar las principales fallas de la nueva regulación, denuncia los problemas de neutralidad que causa al mercado la diferencia de tipos existente entre productos en formato físico y electrónico y, sobre todo, la dificultad de controlar el efectivo cumplimiento del pago del IVA por parte de los operadores electrónicos externos a la UE, que evaden este tributo con facilidad".

PREMIO CAMPO DE CONOCIMIENTO HUMANÍSTICO

Por su parte, Juan Infante Amate es profesor de Historia Contemporánea en la UPO, donde obtuvo su doctorado en 2011. Antes, estudió en las universidades de Jaén e Internacional de Andalucía. También ha sido investigador visitante en varias universidades de Italia, Austria, Canadá, Inglaterra y Costa Rica.

Su investigación se centra en el estudio de las transformaciones agrarias y ambientales del mundo contemporáneo, con el objetivo de "utilizar la historia como una herramienta útil para el diseño de sistemas sostenibles". En la actualidad desarrolla varios proyectos sobre la historia ambiental del café en Costa Rica, el cambio en los usos del suelo en el largo plazo, el comercio de recursos en clave colonial o la historia de los asentamientos dispersos en Andalucía.

Ha publicado medio centenar de trabajos en revistas especializadas por las que ha recibido varios premios de investigación, como el Felipe Ruiz Martín de la Asociación Española de Historia Económica, o el premio de la Sociedad Española de Historia Agraria.

Su trabajo '¿Quién levantó los olivos? Historia de la especialización olivarera en el sur de España (ss. XVIII-XX)' ha sido publicado por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España y representa una relectura historiográfica de la especialización agraria y económica en el sur de España.

El relato en torno a la historia del olivar ha sido el de un cultivo de gran propiedad, muy capitalizado y vinculado a los mercados de exportación. El referido trabajo, además de documentar su expansión desde el siglo XVIII en todos los municipios de Andalucía, epicentro de la producción olivarera mundial, revela que "durante su expansión fue, principalmente, un cultivo de pequeños propietarios que hacían de él uso múltiple en sociedades tradicionales, utilizando sus productos para la iluminación, como lubricante y, sobre todo, como calefacción o alimento animal en sustitución de los deforestados bosques".

Esta imagen de la agricultura tradicional muestra sus "posibilidades futuras como sector multifuncional". El trabajo también reconstruye los principales impactos ambientales del olivar, mostrando cómo en las últimas cuatro décadas este cultivo ha perdido más suelo fértil y ha consumido más recursos para su manejo que en los últimos 300 años.