El policía juzgado por golpear con su porra a un detenido asegura que actuó según el protocolo

  • El agente de Policía Nacional acusado de un delito contra la integridad de un detenido, quien aseguró haber sido golpeado con la defensa reglamentaria del policía estando arrestado y en dependencias policiales, ha manifestado que únicamente empleó su arma para "repeler una agresión" momentos antes de que el sospechoso fuera arrestado y siempre "según el protocolo del Cuerpo Nacional de Policía", toda vez que ha negado que volviera a emplear la defensa en dependencias policiales.

Durante la vista oral, el funcionario policial ha explicado que en la actuación que dio lugar a los hechos el 21 de julio de 2013, él y su compañero se acercaron al ahora denunciante y su compañera, quienes estaban "gritando" y "alterando el orden público" en la calle.

Según su relato, en un momento dado la mujer se abalanzó sobre su compañero y cayeron al suelo, por lo que él se volvió y trató de ayudarle a reducirla, momento en el que escuchó "un grito". Así, según ha añadido, el denunciante "se abalanzó" sobre los agentes "con el puño" en alto, ante lo que el procesado sacó su defensa policial para "repeler" la agresión. "La usé siempre en las partes no vitales del cuerpo, en las piernas", ha asegurado.

El policía, para quien ha fiscalía pide un año de prisión y dos de inhabilitación, ha manifestado que el hombre fue reducido entre ambos agentes, quienes lo "engrilletaron" en ese momento, antes de esposar a su compañera, -según ha precisado el compañero del agente- y antes de que fuera conducido a la Comisaría Provincial de Almería en un coche de la Policía Local, que acudió para dar apoyo al servicio.

Una vez en dependencias policiales, según la versión del acusado, se solicitó una ambulancia medicalizada para asistir a la mujer al tiempo que, según ha apuntado, el hombre, que llegó "en calidad de detenido" se "negó a ser asistido" por los médicos antes de que ingresara en los calabozos, donde ambos perdieron el contacto.

ACTUACIÓN CON "ABUSO"

Por su parte, la víctima ha apuntado al situación de "superioridad o abuso" que, a su parecer, se produjo en el lugar de los hechos, donde había "ocho o diez agentes" de los que dos los identificaron porque estaban "borrachos".

"Cuando vi a cuatro o cinco policías sujetando a la chica les dije que se estaban pasando y le puse la mano en el hombro a uno", ha afirmado el acusador, quien ha afirmado que estaba "absolutamente tranquilo" e "inmóvil", por lo que no le detuvieron ni redujeron.

El hombre, que fue absuelto en un juicio de faltas por resistencia a la autoridad por estos mismos hechos, ha añadido que se desplazó hasta la Comisaría convencido por un agente de Policía Local, de forma que no había sido esposado e incluso, llevaba a sus perros consigo en el vehículo policial. "Los acompañé pero sin conciencia de lo que iba a pasar", ha alegado antes de puntualizar que fue detenido y esposado a su llegada a las dependencias policiales.

Así, fue durante su declaración de los hechos ante los agentes cuando el acusado, según su versión, le agredió con la defensa ante otros agentes. "Solo me respondía atizándome con la porra", ha asegurado la víctima, quien ha apuntado que tras su ingreso en calabozos pidió ser visto por un médico, de modo que tras ser trasladado al CARE de El Toyo, consiguió un informe médico que "no se aportó" a su expediente. Fue una vez en libertad, según ha explicado, cuando consiguió en el propio centro copia de ese informe y un segundo informe sobre sus lesiones.

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