La selección de los lotes de madera se realiza a través de análisis químicos basados en la cromatografía, lo que permite adecuar el perfil aromático de la madera al del vino que se va a introducir en las barricas.

Asimismo, se controlan los procesos de secado y curado de la madera que las bodegas realizan a la intemperie durante varios años, para dar forma a su expresión aromática. Durante este periodo de secado los compuestos aromáticos se incrementan. De esta forma, Bodegas Luis Alegre consigue lotes de madera con mayor o menos contenido de vainillina, lactonas o de eugenol, consiguiendo

el perfil deseado para sus vinos.

Asimismo, la estancia del roble a la intemperie durante varios años permite controlar la tanicidad,

gracias al desarrollo sobre la madera de un flora fúngica que se alimenta de taninos amargos, así como por las lluvias o riegos aplicados que los lixivian.

Por último, Bodegas Luis Alegre realiza el tostado de la madera, cuyo resultado en aromas variará en función de la temperatura o del tiempo durante el cual se tuestan, desde los 140 hasta los 230 grados y desde los 20 minutos hasta 1,5 horas.