Este martes Dominique de Villepin, ex ministro de interior y antiguo jefe de la diplomacia francesa,  fue designado como nuevo primer ministro francés.

En contra de lo que se esperaba, Villepin guardó un silencio total sobre sus prioridades en la ceremonia de traspaso de poderes este martes en la Sede del Gobierno, y se limitó a rendir tributo al dimitido Raffarin y a las reformas "indispensables para la recuperación de Francia" que emprendió en sus casi 37 meses al frente del Ejecutivo.

El extraño tándem que formará con Sarkozy deberá encarnar el "nuevo y fuerte impulso" que el debilitado jefe del Estado prometió a los franceses para responder al fuerte descontento y a la angustia social expresados en el referéndum. Otro de los grandes retos a los que se enfrenta será reconciliar a las "dos Francias" que quedaron evidenciadas en la consulta.

Sarkozy, número dos

El presidente francés anunció por la tarde la entrada de Nicolás Sarkozy en el Gobierno liderado por Dominique de Villepin como "ministro de Estado".

Chirac no precisó cuál será la Cartera que ocupará Sarkozy en el nuevo Ejecutivo (se rumorea que pueda ser la de Interior), ni tampoco si éste podrá conservar a la vez la presidencia de la UMP.

La hoja de ruta del Ejecutivo de Villepin

El empleo será la "prioridad" del Gobierno y exigirá "una movilización nacional", ha declarado Chirac en una alocución televisada durante la cual ha insistido sobre la necesidad de la "unión de la nación".

Tras reconocer que el resultado del referéndum ha abierto para Europa y para Francia un período de dificultades e incertidumbres, recalcó que el "no" a la Constitución "no marca el rechazo del ideal europeo", sino que es una exigencia de "escucha", "de acción" y de "resultados".

En la víspera del referéndum en Holanda, donde se prevé también una amplia victoria del "no", Chirac dijo que "con nuestros socios, aprovecharé todas las oportunidades posibles "para retomar una gran ambición europea".

"Europa multiplica nuestras fuerzas", insistió.

La opinión de la oposición

La oposición de izquierdas ha denunciado el nombramiento de Villepin como "una provocación y un insulto".

Las críticas llovieron tanto por parte de los del derrotado bando izquierdista del "sí" a la Constitución europea como del variopinto campo del "no" respaldado en las urnas. Marie-George Buffet, líder del Partido Comunista, pidió elecciones legislativas anticipadas para "devolver la palabra al pueblo francés" y tachó  de provocación un "Gobierno Villepin co-dirigido por Sarkozy".

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