En concreto, en el interior de la jaula se encontraba un "rayón" o cría de jabalí y cuatro cepos, artes prohibidas y vinculadas a la práctica furtiva de la caza.

Los efectivos del Seprona tenía sospechas de que en un paraje de la comarca ribereña se estaban llevando a cabo actividades cinegéticas prohibidas. Por este motivo, en prevención de posibles prácticas furtivas, intensificaron los servicios dirigidos a la localización e identificación del supuesto autor o autores.

Fruto de estas investigaciones las patrullas de Santa María del Campo y Huerta del Rey se trasladaron una explotación agrícola; a la entrada observaron una jaula, tipo trampa, en muy mal estado de uso y conservación.

Así, en presencia del titular de la explotación se inspeccionó el centro y se halló una jaula metálica para trampeo con un ejemplar vivo de cría de jabalí en su interior.

Los artilugios han sido intervenidos junto con el animal, que fue entregado al Centro de Recuperación de Animales Salvajes de Burgos.