Asimismo, en el espacio destinado a fumadores de una cafetería de Badajoz, los agentes observaron a un vecino de la localidad vendiendo a los clientes del establecimiento bolsitas con 20 cigarrillos cada uno, a un precio 1,80 euros.
Según informa la Guardia Civil en una nota de prensa, el tabaco de fabricación casera carece de "de toda clase de control sanitario", con el "consiguiente peligro para la salud pública".
En ambos casos se ha levantado un acta de denuncia por infracción a la Ley de Contrabando, que pueden acarrear a los infractores sanciones con un mínimo de 2.000 euros y el cierre del establecimiento durante una semana.
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