Unos mil ganaderos extremeños reclaman en Mérida medidas contra la tuberculosis bovina para evitar la "ruina" del sector

  • MÉRIDA, 25 (EUROPA PRESS)
Manifestación de Ganaderos en Mérida
Manifestación de Ganaderos en Mérida
EUROPA PRESS
Manifestación de Ganaderos en Mérida

Ganaderos procedentes de toda Extremadura, en torno a un millar según los organizadores, se han manifestado este miércoles frente a la sede de la Presidencia de la Junta para reclamar cambios en los protocolos de actuación contra la tuberculosis bovina, una enfermedad que afecta a la cabaña ganadera pero no así al consumo humano, y que está provocando importantes pérdidas en las aproximadamente mil explotaciones que hay afectadas en esta región.

Una concentración de ganaderos convocada por asociaciones agrarias minoritarias, como son La Unión de Extremadura, la Asociación de Ganaderos 2008 y la Asociación de Ganaderos de La Vera, en la que asimismo han reclamado su participación en la mesa de negociación que mantiene abierta la Junta de Extremadura con otras formaciones.

Los convocantes, que han registrado en Presidencia un escrito con sus reivindicaciones y han leído un manifiesto, han recibido el apoyo de la organización agraria Apag Extremadura Asaja, así como del PP y Podemos, algunos de cuyos diputados regionales han asistido a la protesta.

La secretaria general de La Unión de Extremadura, Florentina Mirón, ha reclamado "mayor transparencia" en las campañas de saneamiento en la ganadería frente a la tuberculosis, así como un cambio en los protocolos de actuación contra esta enfermedad, en concreto para evitar el sacrificio y la inmovilización de las reses por falsos positivos.

FALSOS POSITIVOS

Al respecto, ha explicado que la prueba que se realiza actualmente "no es fiable" en un 80 por ciento, por lo que reclaman que se cambie el protocolo y que se realice otro test diferente al actual. "Es la ruina de muchas explotaciones porque se inmoviliza el ganado, al que no se permite vender para vida, sino que va a un cebadero directamente para el sacrificio".

Asimismo, ha señalado que uno de los problemas a resolver es la presencia de "jabalíes y ciervos campando a sus anchas" provocando la infección del ganado, por lo que reclaman a la Consejería de Medio Ambiente y Rural, Políticas Agrarias y Territorio habilite medidas para controlar la fauna salvaje que transmite la enfermedad a las reses, como batidas autorizadas.

Mirón ha señalado que las indemnizaciones que reciben los agricultores por las reses afectadas son "ridículas", con una cantidad "muy inferior al precio de mercado".

No obstante, ha señalado que no tienen una cifra concreta sobre las pérdidas que está provocando al sector, debido a que no solo se contabiliza el número de reses sacrificadas, sino también los animales inmovilizados.

A preguntas de los periodistas, ha admitido que las medidas puestas en marcha hasta ahora para luchar contra esta enfermedad que "convive" con la cabaña ganadera no han dado resultado porque se siguen dando "repuntes", que además son más virulentos en Extremadura que en otras comunidades autónomas. "Se está viendo que las medidas que se están tomando ahora mismo no son las adecuadas, porque no se está bajando la incidencia de la enfermedad", ha remarcado.

PERDIDAS DE 60.000 EUROS POR UN FALSO POSITIVO

Agustín Ruiz, un agricultor de Trujillo (Cáceres), además de administrador de varias fincas, ha explicado que en una de estas explotaciones, propiedad de José Ortega Cano, el año pasado dio positivo una vaca por lo que no pudieron asistir a la Feria Internacional Ganadera de Zafra (Badajoz), donde tenían previsto vender una treintena de sementales, lo que provocó unas pérdidas que ha calculado en torno a 50.000 o 60.000 euros.

Ha explicado que estos ejemplares se venden entre 2.500 y 3.000 euros, pero al quedar inmovilizada la explotación por este falso positivo, ya que dio negativo en el contraanálisis, se vendieron para carne entre 800 y 900 euros.

Según ha explicado, cuando se detecta un positivo en una explotación, el resto del ganado solo se puede vender para carne, y no para vida. El sacrificio se realiza en un matadero "sucio", donde terneros que valen 700 euros se pagan a 500. En cuanto las vacas con destino a vida, que tiene un valor de 1.300 euros aproximadamente, en el matadero se tasa en 600 euros.

Este ganadero está a favor de que el ejemplar que da positivo se sacrifique, pero no comparte que la solución pase por enviar al matadero al resto de la explotación.

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