Los altercados de Gràcia, un polvorín para Ada Colau

  • Tres noches de enfrentamientos en el barrio barcelonés tras una desokupación ponen en jaque a la alcaldesa y vuelven a suscitar polémica en torno a los Mossos.
  • La alcaldesa condena firmemente la violencia urbana de los dos últimos días y se ofrece a mediar con el colectivo.
  • La CUP pide el cese del director general de los Mossos, Albert Batlle, y la Generalitat defiende la actuación policial.
Agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra retiran contenedores volcados durante la segunda noche consecutiva de disturbios en el barrio de Gràcia tras el desalojo del local okupado conocido como 'banco expropiad0'.
Agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra retiran contenedores volcados durante la segunda noche consecutiva de disturbios en el barrio de Gràcia tras el desalojo del local okupado conocido como 'banco expropiad0'.
EFE
Agentes antidisturbios de los Mossos d'Esquadra retiran contenedores volcados durante la segunda noche consecutiva de disturbios en el barrio de Gràcia tras el desalojo del local okupado conocido como 'banco expropiad0'.

Con sus destrozos en las calles, en torno a 200 manifestantes violentos han puesto esta semana "en grave riesgo" al barrio barcelonés de Gràcia. Así lo aseguró este miércoles el director general de los Mossos d’Esquadra, Albert Batlle, durante una comparecencia en el Parlament catalán para explicar la actuación del cuerpo policial en el desalojo del ‘banco expropiado’ el lunes y durante los altercados callejeros que le sucedieron, las noches del mismo lunes y del pasado martes (para esta noche se ha organizado una tercera jornada de protesta).

Pero, una vez más, la actuación de la Policía catalana ha generado polémica. La CUP respondió a Batlle en el hemiciclo afirmando que los efectivos antidisturbios actuaron de forma "brutal, abusiva, caótica, violenta y descontrolada", y pidió la dimisión del máximo responsable de los Mossos. Desde el PSC y CatalunyaSíQueEsPot incluso han puesto en duda que la elección de la fecha del desalojo hubiera sido casual, al coincidir con la firma del pacto de gobierno en el Ajuntament entre los socialistas y BComú.

La propia alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se mostraba ayer partidaria durante la presentación de este acuerdo de gobierno municipal de "retomar el diálogo" con el colectivo okupa de cara a buscar un espacio alternativo donde seguir organizando las actividades sociales y culturales que se llevaban a cabo en el ‘banco expropiado’. También desvinculó este caso del de Can Vies, una propiedad pública con "implicación municipal directa".

Con todo, Colau rechazó y calificó de "graves e importantes" los disturbios en Gràcia, y añadió que se están poniendo todos los medios al alcance del Consistorio para impedir que se repitan.

¿Cuál es el origen del conflicto? En octubre del año 2011, se okupó una antigua sucursal de Caixa Tarragona y Caixa Catalunya situada en el número 181 de la Travessera de Gràcia de Barcelona. El objetivo del colectivo ocupante era hacer de este espacio vacío "un centro social" destinado a los ve cinos del distrito de Gràcia, con actividades como clases de idiomas, danza, teatro y talleres. La empresa propietaria del local, Antartic Vintage SL, solicitó por vía judicial el desalojo. La sentencia que daba vía libre a dicha desocupación llegó desde el juzgado el 2 de julio del año 2014.

¿Qué decisión tomó el ex alcalde Xavier Trias? Mientras los propietarios reclamaban recuperar la antigua entidad bancaria, el alcalde de Barcelona en aquel momento (julio de 2014), Xavier Trias (CiU) decidió pagar el alquiler del local, que ascendía a 65.000 euros anuales, para que siguiera ejerciéndose la actividad okupa, que el ex primer edil calificaba el martes de "aceptada y querida" por los vecinos.Además, el equipo de Trias buscaba mantener una cierta "paz social" de cara a las elecciones municipales de mayo de 2015 y calmar los ánimos tras los altercados provocados por el desalojo de Can Vies, en Sants.

¿Cómo fue el desalojo de Can Vies?Tuvo lugar en mayo de 2014. Este edificio del distrito de Sants usado como almacen y como vivienda para empleados de Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) fue abandonado en la década de los 90 y okupado en mayo de 1997 y convertido en centro social autogestionado y uno de los emblemas del movimiento okupa barcelonés, y también apoyado por los vecinos. El desalojo provocó una semana seguida de altercados con un balance de cerca de 70 detenciones, más de 200 identificados y varios heridos. Los daños causados en el mobiliario ascendieron a 415.000 euros.

¿Qué decisión ha tomado el nuevo Consistorio? Con la entrada en el consistorio barcelonés de Ada Colau (BComú) el equipo de gobierno municipal decide no renovar el contrato de alquiler una vez que este finalizara el pasado 1 de enero de 2016. El desalojo por vía judicial era desde entonces cuestión de tiempo y finalmente se produjo el pasado lunes.  Una de las explicaciones dadas por Colau a la decisión de no pagar radica en que el contrato de alquiler firmado por Trias   incluía una cláusula que obligaba a que, en caso de cancelación, el coste sería superior al de pagar el alquiler mensual hasta finales de año.

¿Qué ocurrió la noche del lunes en Gràcia? Una vez se consumó el desalojo el pasado lunes por parte de los Mossos d’Esquadra, los okupas del ‘banco expropiado’ anunciaron mediante su cuenta oficial en Twitter que se convertirían en "la peor pesadilla" de Ada Colau y del teniente de alcalde Jaume Asens . Dicho y hecho. El mismo lunes por la noche se producían altercados entre un grupo de unas 200 personas y agentes antidisturbios de la policía autonómica que se saldaron con 15 heridos leves (14 de ellos agentes) y diversos destrozos en mobiliario público, comercios y vehículos privados que el Ajuntament cuantificó en unos 60.000 euros.También se produjo la detención de un hombre de 30 años durante los disturbios, al que se le encontró material inflamable en su mochila, y que quedó en libertad pocas horas después.

¿Cómo reaccionaron los Mossos? El portavoz de los Mossos d’Esquadra, Xavier Porcuna, lanzaba el martes una advertencia de cara a las nuevas protestas programadas para la noche de ese mismo día:  "Los Mossos actuarán con contundencia y firmeza para proteger a los vecinos".

¿Qué pasó la noche del martes? El pasado martes se volvieron a repetir los enfrentamientos entre agentes y okupas durante la concentración de unas 500 personas en la plaça del Diamant del Gràcia.No hubo detenidos pero sí 12 contenedores quemados y volcados y destrozos por valor de 4.000 euros. Los mossos evitaron que los manifestantes volvieran a ocupar el local desalojado. Seis agentes resultaron heridos leves.

¿Y el miércoles? De nuevo se repiten los disturbios. Una marcha de unas 500 personas intenta acceder al antiguo espacio okupado. Y la protesta vuelve a acabar en enfrentamientos. Una persona es detenida (llevaba pastillas para encender fuegos y ya está en libertad) y ser personas han tenido que ser atendidas, entre ellas, dos  agentes de los Mossos.

¿Quién critica a los Mossos? La diputada de la CUP Mireia Vehí pedía el martes la dimisión del director general de los Mossos d’Esquadra, Albert Batlle, tras el desalojo del ‘banco expropiado’ e hizo responsable directo de los altercados a las unidades de antidisturbios -la Brigada Móvil (Brimo)- por lo que pidió su "disolución".Los diputados de la CUP se mostraban "muy preocupados" por el uso de proyectiles de foam por parte de la policía.

¿Y la Generalitat? El conseller de Interior, Jordi Jané, ha mostrado este miércoles su apoyo público a los Mossos d’Esquadra en su "difícil labor" evitando que una "minoría" provoque de forma "inadmisible" graves alborotos y ponga en riesgo la "convivencia pacífica" del barrio de Gràcia de Barcelona.

¿Qué posibles soluciones plantean los grupos políticos barceloneses? El líder de CiU en el Ajuntament, Xavier Trias, anunciaba este miércoles que pedirá en el pleno del viernes a Ada Colau la creación de una concejalía de Seguridad con un edil responsable del área puesto que la dedicación de la actual alcaldesa a la seguridad ha sido, a su parecer, "absolutamente pobre" con la de su comisionado, Amadeu Recasens. El portavoz del grupo municipal de CiU, Joaquim Forn añadía el pasado martes que "se ha dado un mensaje de permisividad por parte del Gobierno que no ayuda a combatir estos fenómenos".l

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