Unas 250 personas en la plaza de Sants y alrededor de 500 en la plaza del Diamant del barrio de Gràcia se han manifestado la noche de este martes en Barcelona contra el desalojo del llamado "banco expropiado", una antigua sucursal bancaria ocupada en 2011, unas protestas en las que se han producido cargas de los mossos, que han desalojado el inmueble, que había sido ocupado de nuevo.

Los hechos se han producido un día después de los violentos incidentes de este lunes.

Las puertas del banco expropiado que fueron tapiadas la noche de este lunes con planchas metálicas tras su desalojo han sido reabiertas esta noche por manifestantes, lo que ha generado la intervención de los Mossos d'Esquadra y que se vuelvan a reproducir incidentes en el barrio barcelonés de Gràcia.

Tras la manifestación que ha comenzado en la plaça del Diament y que ha reunido a unas 500 personas, un nutrido grupo de jóvenes se han dirigido al "banco expropiado", ubicado en la Travessera de Gràcia, y han logrado abrir una de las planchas metálicas con la que fue tapiada la puerta del local.

Poco después, los Mossos d'Esquadra han hecho acto de presencia en el lugar, lo que ha generado los primeros enfrentamientos con los manifestantes, que han volcado contenedores y han lanzado objetos contra las fuerzas antidisturbios, que han realizado cargas.

La policía ha empezado a desalojar a los jóvenes que habían conseguido introducirse de nuevo en el "banco expropiado", una antigua sucursal bancaria ocupada en 2011, y ha acordonado la zona mientras prosiguen los disturbios en las calles adyacentes.

Los vecinos del barrio de Gràcia han reclamado a los manifestantes que abandonaran el lugar con caceroladas y gritos de "fuera, fuera", así como lanzando objetos tanto a los participantes en la marcha como a los periodistas que cubrían la información.

La intervención de los agentes antidisturbios de los Mossos, que han empleado sus porras, ha hecho que el grueso de los manifestantes se dispersara por las calles adyacentes al denominado 'Banc Expropiat'. Los efectivos han practicado registros y han identificado a varios manifestantes.

Poco antes de medianoche, los manifestantes han comenzado a retirarse mientras agentes de los Mossos d'Esquadra y varios furgones custodiaban la sucursal bancaria.

Antes de estas cargas, los manifestantes han protagonizado una protesta que se había desarrollado de manera pacífica alrededor de una pancarta en la que se leía "El banco expropiado no se toca".