Así lo ha indicado a preguntas de los periodistas sobre la petición de los sindicatos CCOO, CSIF, UGT y Unión de Policía Local y Bomberos de Andalucía (UPLBA) en el Ayuntamiento de Cádiz pidiendo su dimisión por, supuestamente, "incitar a la ciudadanía como máxima autoridad política y jefe superior del Cuerpo a infringir preceptos legales".

El escrito fue registrado a raíz de una entrevista en la que el alcalde decía que, "personalmente, entre la denuncia -en referencia a la presentada por policías locales por difundir un video de su actuación contra la venta ambulante de pescado- y el que se busca la vida vendiendo pescado, me quedo con el que se busca la vida".

El alcalde ha dejado claro que, antes de eso, dijo que la actuación de la Policía Local fue "impecable" y "con unas formas exquisitas", añadiendo que como jefe de la Policía Local pone "todo el empeño" en que la Policía Local "trabaje con absoluta libertad".

Igualmente, ha resaltado que tampoco "ampara determinados márgenes de la economía sumergida ni nada de eso". Lo que ocurre, según ha explicado, que como alcalde de todos los gaditanos su objetivo es "amparar a todos, especialmente a los más vulnerables económicamente y que viven en una situación más delicada".

El problema, en su opinión, no es la actuación de la Policía Local, sino "la Ley mordaza", al igual que el problema tampoco es "quien vende pescado, sino la situación de pobreza y de exclusión social que hay en la ciudad", lo que "obliga" a algunos vecinos a tener que "bordear los márgenes de la ley para poner un plato de comida en la mesa".

Tras enfatizar que ha sido "claro" y que en sus palabras no hay "ninguna ambigüedad", ha advertido de que no va a "meter a la Policía Local en campaña electoral" y espera que tampoco lo hagan otros partidos.

Ha incidido en que su respeto a la labor de la Policía Local es "incuestionable" y ha lanzado un mensaje de tranquilidad al Cuerpo en el sentido de que "no van a tener a un equipo de gobierno que se preocupe más de sus intereses".

En cuanto a la carta exigiendo su dimisión que han hecho pública los sindicatos, ha dicho que, "como sindicalista", respeta "muchísimo la libertad sindical" y, por tanto, que presenten dicho escrito, "aunque vaya en mi contra".

"No me tengo que retractar de nada porque he sido suficientemente claro", ha insistido el alcalde, al que el PP ha anunciado que solicitará en el próximo Pleno una rectificación.

El regidor gaditano ha apuntado que no "justifica" la venta de pescado en la calle, que es "ilegal", recalcando que no va a "cuestionar en ningún momento la ley", y que "ni muchísimo menos se plantea hacer la vista gorda ante este tipo de situaciones".

Lo que también ha dicho el alcalde es que hay que "amparar" a las personas que, por sus situación de necesidad, se ven "obligadas" a "bordear la ley para llevar un plato de comida a la mesa".

A quienes critican que dé esa imagen de la ciudad, les ha contestado que conoce a "mucha gente que tiene que rebajar la leche con agua" y no hay que "esconderlos debajo de la alfombra", sino "mirar a la gente a los ojos" y buscar soluciones ante este "sistema de desigualdades", que pasan por la creación de empleo.

SUPUESTO INCIDENTE EN EL CARRANZA

Por otra parte, el alcalde ha dicho que "en ningún momento" ha "cuestionado" la labor de la Policía Nacional a preguntas de los periodistas sobre un incidente que publican varios medios, supuestamente ocurrido el pasado sábado durante el partido en el Estadio Ramón de Carranza entre el Cádiz C.F. y el Racing de Ferrol a cuentas de la expulsión de un aficionado tras una pelea en la grada y el intento de mediación del alcalde que, según la Unión Federal de la Policía (UFP), tuvo una "actitud chulesca".

Al respecto, González ha recordado que el ejercicio de su labor de alcalde incluye también "el papel de mediador en todos los conflictos", dándose la circunstancia de que se produjo uno "a pocos metros" de donde él se encontraba viendo el partido en Fondo Sur.

Así, lo que hizo fue "acercarse" e "interesarse" por lo que había ocurrido. Además, ha dejado claro que "no conocía a ninguna de las personas implicadas" y que "lo hubiera hecho con cualquier ciudadano".

El alcalde ha zanjado el asunto recalcando que lo que hizo fue "mediación, propiciar el diálogo" y "acercar a la mismísima puerta del estadio" a la persona que había sido expulsada por la Policía Nacional.