Un jurado juzga a esta mujer eslovaca, que trabajó como modelo, para la que la Fiscalía pide 20 años de prisión por un delito de asesinato, considerando que hubo "un móvil pasional"; y otro de robo de uso de vehículo. La acusación particular, que representa a los familiares del fallecido, eleva la petición a 27 años de cárcel y la acusa en vez de por robo por allanamiento de morada.

La defensa, por su parte, pide la absolución, considerando que existieron circunstancias que intervinieron en el resultado de los hechos, como la legítima defensa y miedo insuperable -arrebato-, pidiendo su abogado que se incorpore un informe de una psicóloga de un centro penitenciario en el que estuvo la acusada en el que supuestamente se aludía a situaciones de malos tratos.

La acusada, que mantuvo una relación con la víctima durante unos dos años, ha dicho que sabía que el hombre tenía una nueva novia y ha explicado que llegó a España dos días antes y fue a la casa a recoger sus cosas, quedándose allí porque "no tenía donde ir"; pero no pensaba ni sabía que su expareja iba a llegar. "Cuando escuché su voz tuve mucho miedo", ha afirmado.

Asimismo, ha explicado que el hombre dijo a su novia en ese momento que saliera, tras lo que comenzó a gritarle y pegarle, cogiéndola "fuerte" por los brazos y por el cuello, llegando a decirle que "me iba a matar y a mi familia". Él salió, ella intentó buscar el móvil para pedir ayuda y él volvió a aparecer con un arma en la mano, según su relato.

Entonces, ha seguido declarando la mujer, la víctima le apuntó con el arma pero no se disparaba, momento en el que "yo me fui contra él, la cogí y se disparó". El segundo disparo cree que se produjo en la escalera cuando intentaba alejar al hombre que le había cogido por las piernas; lo cree, ha dicho, porque él se apartó, pero no porque lo recuerde y, en cualquier caso ha señalado que "fue sin querer".

Cree que el arma se disparó más veces, pero no lo ha sabido precisar a preguntas del ministerio fiscal, aunque el juicio sigue este martes y será el turno de las preguntas que formule la acusación particular y la defensa.

La acusada ha señalado que tras esos hechos salió de la casa, donde estaba la nueva novia del fallecido y no le dijo nada de lo ocurrido porque "estaba muy nerviosa, no podía hablar, no podía andar". Cogió el coche y huyó, pero "no sabía que estaba muerto". Se fue a Eslovaquia, donde "todavía tenía miedo de que me pasara algo y a mi familia" y donde fue detenida.

Según el escrito de conclusiones provisionales presentado en su momento por el ministerio público, al que ha tenido acceso Europa Press, la acusada estaba en la vivienda del hombre y tras una discusión, la mujer, "movida por el inequívoco ánimo de acabar con la vida" de su excompañero sentimental, hizo uso de un revólver que tenía, "con el que disparó hasta en tres ocasiones" al hombre, que no pudo reaccionar ante lo "imprevisible del ataque".

El primer disparo se produjo en un brazo y los otros dos en la cabeza. Tras esto, siempre según el relato del ministerio público, la mujer colocó el arma en la mano izquierda del fallecido, se apoderó de las llaves del coche, salió de la casa, cerrándola con llaves, y abandonó la zona en el vehículo, después de mantener una acalorada discusión con la nueva novia del hombre que estaba fuera.