y deberes de los nuevos pobladores que fueron a vivir al municipio tras la expulsión de los Moriscos en 1610.

Al quedarse la localidad despoblada se tuvo que llamar a gentes del sur de Francia o del Pirineo para repoblar. El dueño y señor de Cadrete pasó a ser el abad del Monasterio de Santa Fe, que vio aumentar su patrimonio con las propiedades y tierras que dejaron los moriscos al tener que irse obligados de la península.

El documento presentado es una adaptación ortográfica del impreso de 1628 conservado en la sección de pleitos civiles del Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, que es una copia del original firmado en 1616.

"Su lectura permite trasladarse a una época en la que el monasterio de Santa Fe era dueño absoluto de Cadrete. Ademas entre los pobladores que constituyeron el concejo de 1616 es fácil encontrar buena parte de los antepasados de los actuales cadretanos", afirma Fabio Pérez Buil.

Apellidos como Lobaco, Villalba, Gajón o Campillo aparecen en dicho documento como personas del lugar de Cadrete, apellidos que siguen existiendo en la actualidad en el municipio.

El pasado tres de mayo se cumplieron los 400 años de la firma de las capitulaciones, así como de la creación del primer concejo de Cadrete tras la expulsión de los moriscos.