El colegio puede salvar la vida de su hijo alérgico

  • Los ingresos hospitalarios por anafilaxia se han septuplicado en los últimos años.
  • Se trata de una reacción alérgica grave producida por diversos alérgenos: alimentos, medicamentos y picaduras de insectos son los más frecuentes.
  • Los especialistas demandan adrenalina y también formación para que profesores y alumnos aprendan a actuar rápidamente en los centros.

La anafilaxia es una reacción alérgica grave producida por diversos alérgenos, siendo los más frecuentes alimentos, medicamentos y picaduras de insectos. Irrumpe de forma brusca, en apenas minutos, en más de dos órganos del individuo (aparato respiratorio, piel, mucosas, aparato digestivo o circulatorio) y puede ser letal si deriva en broncoespasmo o shock cardiocirculatorio. Los menores de edad afectados han aumentado notablemente en los últimos años, hasta el punto de que el número de ingresos hospitalarios se ha septuplicado en Europa.

La Sociedad Española de Inmunología Clínica, Alergia y Asma Pediátrica (Seicap) quiere llamar la atención sobre la anafilaxia ya que la vulnerabilidad del niño se multiplica fuera del hogar, donde se producen el 20% de los casos. La escuela, como lugar en el que los menores pasan la mayor parte del día, no puede estar al margen de este riesgo, de ahí la campaña de la Seicap Un colegio, un botiquín, una adrenalina, para que los centros escolares cuenten con al menos dos autoinyectores de 150 microgramos de un fármaco que puede salvar la vida al alérgico.

Los especialistas demandan adrenalina y también formación para que profesores y alumnos aprendan a actuar rápidamente ante una situación de estas características porque lo cierto es que, a día de hoy, no saben.

Así lo ha demostrado una encuesta realizada por esta sociedad científica en 2015, en la que 6 de cada 10 maestros admitieron no saber qué es la anafilaxia, y solo el 11% de ellos (de 2.400 participantes) sabían administrar el fármaco correctamente.

Con estos datos tan poco alentadores, los expertos han llamado la atención de los Ministerios de Educación y Sanidad mediante la plataforma 'change.org', donde Un colegio, un botiquín, una adrenalina cuenta ya con más de 3.100 firmantes.

Por otro lado, María Teresa Giner, especialista del Hospital Sant Joan de Deu y miembro de la Seicap, advierte de que los etiquetados de alimentos no son siempre "correctos y legibles en los alimentos procesados", y critica que los menús de los restaurantes no cuenten con indicaciones precisas sobre los ingredientes. En cuanto a los alimentos, los menores españoles son especialmente alérgicos al huevo, leche de vaca, frutos secos, pescado, marisco, legumbres y frutas, por este orden.

Los que primero debutan en la alergia son los lactantes (a la leche de vaca), y con la introducción progresiva de alimentos se manifiestan otras. Ante esto, Giner aclara que no porque esta dieta complementaria se haga de forma precoz el bebé será más propenso a este tipo de reacciones y, al mismo tiempo, advierte de que la retirada de alimentos "por si acaso" puede dar lugar a "deficiencias nutricionales y a perder la tolerancia al alimento retirado". El veneno de abejas y avispas, y la reacción a medicamentos (sobre todo penicilinas) son las otras causas más frecuentes de anafilaxia.

Aumentan la rinitis y el asma

La alergia alimentaria que persiste más allá de los 3 años es un factor de riesgo para que el niño desarrolle asma posteriormente, como explica la doctora Giner. Si su "constitución es atópica", creará respuestas también para alérgenos respiratorios. Según la Seicap, la incidencia del asma ha aumentado en niños de 6 y 7 años en más de tres puntos (6,2%-9,5%). En la actualidad afecta a un 10% de la población en edad escolar.

Aunque en las alergias respiratorias entran en juego varios factores, la polinización sigue marcando el calendario vital de los pacientes. Su ubicación en el mapa determinará que las gramíneas sean la fuente de sus dificultades respiratorias (centro y norte de la península), o bien la parietaria judaica (litoral mediterráneo) o la olea (sur).

Y aunque la batalla contra los alérgenos exteriores está perdida, Giner recuerda a los padres que pueden aliviar los síntomas evitando en casa "irritantes" como el tabaco o la humedad, y los tejidos gruesos y difícilmente lavables en los que "los ácaros y mohos viven muy cómodos". Varios estudios internacionales hablan del reciente aumento de la rinitis alérgica en más de dos puntos (5,4%-7,9%). En España, más del 20% de adolescentes de entre 13 y 15 años la padece, porcentaje que se reduce a la mitad en menores de 5 años.

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