El concejal de Medio Ambiente, Jorge Bravo, ha explicado que el Ayuntamiento ha actuado nada más tener conocimiento de la existencia de este vertedero en la citada parcela, que se encuentra en una zona de especial protección medioambiental, con el fin de evitar "los posible riesgos de un incendio de este material especialmente tóxico".

Bravo ha detallado en un comunicado que los neumáticos han sido trasladados al punto limpio municipal y que una empresa se está haciendo cargo de su retirada, y ha señalado que el reciente incendio del cementerio de neumáticos en Seseña (Toledo) "ha hecho saltar todas las alarmas", por lo que se ha actuado de inmediato para prevenir situaciones similares.

El edil ha recordado que, con un correcto tratamiento, los neumáticos pueden ser reciclados y de ellos se puede extraer acero de gran calidad, combustible y negro de humo, una especie de hollín que se utiliza para fabricar ruedas nuevas o, por ejemplo, tóner de impresora, "lo que da una idea del despilfarro económico y energético que supone el no correcto reciclaje, sumado al irrecuperable daño medioambiental".