El pacto IU-Podemos polariza la campaña y empuja al PSOE a refugiarse en sus incondicionales

  • La coalición arrebata a un PSOE en crisis el discurso de izquierdas y se erige como antagonista natural del PP, según los expertos.
  • La rebelión interna debilita a Pedro Sánchez, que trata de rodearse de veteranos e independientes para dar imagen de solvencia.
  • Calendario para las elecciones generales del 26-J.
Albert Rivera, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se dan las manos antes de comenzar un debate electoral.
Albert Rivera, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se dan las manos antes de comenzar un debate electoral.
EFE/ Juanjo Martín
Albert Rivera, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias se dan las manos antes de comenzar un debate electoral.

La coalición entre IU y Podemos ha dado un vuelco a la carrera electoral. La nueva candidatura no solo está capitalizando la atención de cara a la repetición de las generales el próximo 26 de junio, sino que ha polarizado los discursos y ha obligado Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, a rodearse de veteranos e independientes para reforzar su posición como antagonista del PP.

"Es el asunto central de la campaña. Hay un nuevo actor relevante a la izquierda del PSOE que lleva el debate hacia los extremos y se presenta como alternativa al PP. Pedro Sánchez lo tiene difícil", asegura a 20minutos la socióloga Belén Barreiro, ex presidenta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) y directora de la empresa demoscópica MyWord.

Lluís Orriols, doctor en Ciencia Política por la Universidad de Oxford y profesor en la Universidad Carlos III, confirma que los socialistas parten con desventaja respecto a las elecciones del pasado mes de diciembre: "Si el discurso se radicaliza, los que salen favorecidos son IU y Podemos en un lado y el PP en el otro. Además, el pacto de investidura entre PSOE y Ciudadanos hace que los electores les perciban como más próximos ideológicamente".

Ataque a la "izquierda comunista"

La dirección del PSOE intenta combatir a la confluencia de dos maneras. La primera es calificarla -de forma despectiva- de "vieja izquierda comunista", en palabras de Antonio Hernando. La estrategia, según los expertos, es errónea.

"La coalición es una mezcla ideológica entre el votante de IU, que sí se define mayoritariamente como comunista, y el de Podemos, donde existen socialistas, progresistas e incluso liberales. La unión mantiene cierta transversalidad y su discurso de cambio trasciende los liderazgos de Alberto Garzón y Pablo Iglesias", añade Belén Barreiro. "Decir 'que vienen los rojos' no asusta a los votantes progresistas, aunque sí lo haga con los del PP y Ciudadanos. Además, aunque la imagen de Iglesias está de capa caída, Garzón es el líder más valorado por los españoles, según el CIS", apunta el politólogo e investigador Gonzalo Caro.

La segunda iniciativa que ha tomado Pedro Sánchez ha sido fichar a figuras socialistas de prestigio e independientes para dar solvencia a su proyecto y apuntalar su poder frente a los intentos de la andaluza Susana Díaz por arrebatarle la secretaría general.

El secretario general ha incluido en su comité asesor de sabios a ex ministros como Jordi Servilla o Ángel Gabilondo. Josep Borrell, miembro del gabinete de Felipe González, llega para aumentar el apoyo de la federación de Cataluña, cuya cabeza de lista ha encargado a otra mujer de su confianza, Meritxell Batet. La veterana jueza Margarita Robles se incorpora como su número dos en la lista de Madrid, en un guiño que recuerda al fichaje de la actual alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, por la lista de unidad Ahora Madrid.

Igual que el 20-D

Los especialistas dudan de que los movimientos defensivos del PSOE sean eficaces en este contexto. "El partido tocó suelo el 20-D y se quedó solo con sus leales. Parte de la fuga de votos se fue a Podemos. El acercamiento a Ciudadanos no va a hacer que vuelvan. Incluso podría darse una salida adicional hacia la confluencia", juzga Barreiro. "El PSOE, como Ciudadanos, corre el riesgo de quedarse en terreno de nadie si no tensiona a sus votantes", remacha Caro.

A pesar de todo, los socialistas seguirán teniendo un papel fundamental. "Es el partido que tiene mayores retos para situarse de cara al electorado, porque también compite con Ciudadanos por el centro, pero aún hay que contar con él para formar gobierno", señala Orriols. "El 27 de junio estaremos, muy probablemente, igual que tras el 20-D. Si PP y Ciudadanos, que tienen un enfrentamiento generacional por el voto de la derecha, no suman, el PSOE tendrá que elegir de nuevo entre pactar con ellos o con IU y Podemos", concluye Barreiro.

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