En una emotiva rueda de prensa en una cafetería, en la que Bruna ha contenido el llanto y ha recibido el afecto, además del apoyo, de Cruces, ésta ha explicado su marcha de Izquierda Unida en que había dejado de sentirse "cómoda" dentro del partido, a pesar de "compartir el proyecto".

"Esto no viene de ahora", ha relatado al tiempo que ha considerado que puede "trabajar por una sociedad mejor como independiente", sobre todo en un momento en el que hay "un espacio de confluencias". "Están las mareas, está Equo", ha dicho.

De hecho, ha insistido en que ella siempre ha apoyado, y apoyará, la confluencia que se ha cerrado en Madrid entre Podemos, IU y Equo para las próximas elecciones.

Bruna ha creído que ella debía las explicaciones a la Asamblea de Cenicero y ésta le ha mostrado su "voluntad" de que continúe en el Ayuntamiento como independiente, en un consistorio formado por el PP (6), PSOE (3) y PR+ (1).

Preguntada acerca de si ha recibido la llamada de alguien de Izquierda Unida en Madrid, sobre todo cuando el líder del partido, Alberto Garzón, cerró la lista de forma simbólica en Cenicero, ha dicho que no, aunque, ha rematado, "las soluciones se ponen antes, no después".

En cuanto a qué soluciones hubiese querido para no irse, ha señalado: "Es una buena pregunta, no lo se". Después, ha apuntado a haber encontrado "más apoyo en momentos puntuales". Sin embargo, ha rechazado dar nombres propios.