Después de que el propietario de una de las viviendas se entrevistara con la Policía, los agentes accedieron a su interior comprobando que "todo estaba desordenado y revuelto".
Los cristales y barrotes de la puerta de la cocina que daba acceso a un patio interior estaban rotos y se había hecho un agujero en el techo de uralita que se encontraba en el patio, lugar por donde al parecer habría entrado y salido el ladrón.
Ante la sospecha de que aún pudiera encontrarse en las inmediaciones, los agentes solicitaron la colaboración de otra dotación policial que se posicionó en el perímetro del inmueble, donde observaron a un individuo descolgándose del patio de otra vivienda colindante.
Le interceptaron cuando descendió y en uno de los bolsillos del pantalón los agentes hallaron un cordón de oro cuya procedencia podría ser de uno de los pisos siniestrados.
Tras comprobaciones posteriores, los policías verificaron que este individuo había accedido a la última vivienda escalando desde el patio. El propietario de la vivienda reconoció el cordón de oro, que era suyo, por lo que el presunto ladrón fue detenido por estos hechos.
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