La reina del Pop sufrió en sus propias carnes el trato que reciben muchos admiradores cuando, tras un concierto de Bloc Party, se acercó a los camerinos para saludar a los integrantes de la banda y fue expulsada de malos modos por un guardaespaldas que no la reconoció.

Los hechos ocurrieron el pasado 7 de junio en Londres durante la gala Live Earth pero se han conocido hoy. La "ambición rubia", gran admiradora del grupo Bloc Party, quiso acceder a la zona de camerinos pero un vigilante de seguridad se lo impidió con contundencia, tratándola de inmovilizar con una llave.

Según Kele Okereke, vocalista de este grupo indie y testigo del suceso, Madonna está "muy fuerte por todo ese Pilates que hace, así que supo zafarse de la llave del seguridad muy facilmente".

"Nuestro manager es un tío de Escocia que no sabe mucho de cultura popular; así que cuando vio venir a Madonna llamó a los de seguridad y ellos la arrastraron hasta la calle", se disculpó Okereke. "Fue surrealista, todo el mundo se quedó callado" y añadió: "Todo lo que podíamos oír era a Madonna maldiciendo y gritando que iba a matar a esos tíos".

Mientras tanto, Madonna prepara estos días su peregrinación a Jerusalén con motivo de la celebración del Año Nuevo judío. La cantante se desplazará en su jet privado, junto a su marido Guy Ritchie y sus hijos, Lourdes, de 10 años, Rocco, de 7, y David, de 22 meses. También acudirán a esta celebración los actores Demi Moore y Ashton Kutcher, así como otros 2. 000 peregrinos.

Por otro lado, se espera que próximamente se de a conocer la decisión de las autoridades de Malawi sobre la adopción de David Banda, cuya tramitación quedó en suspenso hasta que el informe de un inspector de los servicios sociales del país indique si el entorno en el que vive el pequeño es el idóneo.