'Pseudopolítica: el discurso político en las redes sociales' analiza la especial naturaleza del discurso político que se propaga en las redes sociales. Los autores han estudiado el tratamiento de la política en cuentas de Twitter y de Instagram y han comprobado que la red no permite el desarrollo de un discurso político genuino, sino un discurso que llaman "pseudopolítico", ya que "se queda en los márgenes de la cuestión política, sin llegar a confluir con la esfera discursiva que de verdad se centra en el gobierno para el bien común".

Enguix, en declaraciones a Europa Press, ha subrayado que han llegado a la conclusión de que las redes sociales "no se pueden considerar actores políticos como los medios tradicionales". Así, ha indicado que "sí forman parte del ecosistema político, pero hoy por hoy no son capaces de modificar el relato político", de forma que, en la actualidad, "un programa de televisión o un titular de un periódico puede modificar más el debate que una red social".

No obstante, el periodista entiende que las redes sociales sí son "capaces de generar mucho ruido", de "animar el debate" y de "actuar de caja de resonancia" pero, en todo caso, "todavía no se han convertido en grandes actores políticos".

Gallardo y Enguix proponen que este desplazamiento discursivo obedece al desarrollo conjunto de tres tendencias: la espectacularización informativa en los medios ("la política es espectáculo"), la personalización en los representantes políticos ("el mensaje es el político") y la desideologización de los ciudadanos ("el espectador es cínico").

Las redes sociales, con sus características de celeridad, inmediatez y brevedad, son campo abonado para el desarrollo de estos tres factores, "que se retroalimentan entre sí y favorecen el abandono de las preocupaciones políticas en sentido estricto", explican los autores. Y que lo sustituyen por un discurso expresivo, exhibicionista, emocional y banalizante, "donde no es tan importante lo que se dice como el hecho de participar en la red social, añadir una línea más al encadenamiento de mensajes, poder ser visto".

En este contexto, los autores del libro defienden que los políticos explotan la personalización y los aspectos secundarios del hecho político, y recurren a las redes sociales como canal de comunicación directa con la ciudadanía.

IMAGEN "MÁS HUMANA" EN INSTAGRAM

Al respecto, Enguix ha explicado que Instagram sí es la red que permite dar una imagen "más humana" del actuar político, frente a Twitter que es "la red informativa más dura", con frecuencia eludiendo la intermediación que el mundo analógico reservaba a los medios, "aunque sin desarrollar en ningún momento una interacción real con esos ciudadanos/amigos/seguidores".

Por su parte, los medios y los periodistas asisten, entre la perplejidad y la resiliencia, a la necesidad de un reciclaje tecnológico constante, "que muchas veces entra en franca contradicción con los valores y la cultura profesional".

Por último, los ciudadanos responden a los mensajes de los medios y los políticos asumiendo una ficción conversacional "que rara vez se convierte en verdadero debate; las discusiones más apasionadas y vehementes se reducen, casi siempre, a competiciones de fidelidad al líder", añaden los autores.

El libro analiza los detalles de la comunicación sobre política en las redes sociales, y plantea interrogantes de absoluta actualidad, por ejemplo referidos a la posibilidad de que las empresas macrotecnológicas se consoliden progresivamente como actores políticos, o a la relación entre pseudopolítica y democracia.

El análisis académico se ilustra, además, con un itinerario paralelo, de naturaleza metaperiodística, que recoge múltiples testimonios de cómo los propios medios de comunicación reflejan las transformaciones estudiadas.

Uno de los capítulos está dedicado al uso de las redes por parte de los medios de comunicación, y al respecto, Enguix entiende que estas plataformas pueden servir para promocionar a los periodistas o para que puedan crear su marca persona, más allá del medio para el que trabajen.

El libro se presentará el próximo día 16 de mayo a las 19.30 horas en el Aula Magna de La Nau de la Universitat de València. En el acto, convocado por la Unió de Periodistes Valencians, participarán el director de Levante-EMV, Julio Monreal; y el vicerrector de Cultura e Igualdad de la UV, Antonio Ariño.