Fue uno de los científicos más importantes de nuestro país. Premiado con el premio Nobel de Medicina por su desentrañar los misterios de las células nerviosas, Santiago Ramón y Cajal (Petilla de Aragón, 1852-Madrid-1934) vivió por y para la ciencia. En su lecho de muerte, se le hizo una máscara funeraria que se convirtió en una escultura de bronce.
Ahora, su sobrina nieta, Encarnación Ramón y Cajal, ha donado esta máscara, la única reproducción que hay del molde original, al Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón (CCMIJU).
En su lecho de muerte
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios