Los periodistas españoles, sobre su cautiverio: "Nos separaron y estuvimos en sitios cerrados"

Imagen de los tres periodistas españoles Ángel Sastre (primer término), José Manuel López (bajando la escalerilla) y Antonio Pampliega (detrás, tapado), liberados tras estar 10 meses secuestrados en Siria, a su llegada a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid).
Imagen de los tres periodistas españoles Ángel Sastre (primer término), José Manuel López (bajando la escalerilla) y Antonio Pampliega (detrás, tapado), liberados tras estar 10 meses secuestrados en Siria, a su llegada a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid).
Diego Crespo / EFE
Imagen de los tres periodistas españoles Ángel Sastre (primer término), José Manuel López (bajando la escalerilla) y Antonio Pampliega (detrás, tapado), liberados tras estar 10 meses secuestrados en Siria, a su llegada a la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid).

Los periodistas españoles Antonio Pampliega, José Manuel López y Ángel Sastre, liberados en Siria, han asegurado que el 90% del tiempo de cautiverio lo han pasado en habitáculos cerrados, y que los secuestradores les han tratado bien y de manera correcta.

Los tres periodistas, que llegaron a las 10 de la mañana de este domingo a la Base Aérea de Torrejón procedentes de Turquía, han señalado que desconocen la zona del país en la que han permanecido secuestrados durante casi diez meses.

Pampliega, López y Sastre han sido recibidos en la Base de Torrejón por sus familiares y por la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ya este sábado pudo hablar con ellos cuando se encontraban en territorio turco.

Poco después, acompañados de amigos y familiares los periodistas, que de momento han decidido no convocar una rueda de prensa para informar de su cautiverio, se han trasladado a una cafetería madrileña donde han dicho que han estado en al menos seis casas, aunque en ellas siempre permanecían encerrados en una habitación.

Han señalado que en la habitación que estaban cautivos hacían ejercicio, para no aburrirse, y solo en contadas ocasiones paseaban por un patio.

Separados a los tres meses

Según ha explicado López, solo durante los primeros tres meses de cautiverio permanecieron juntos los tres. Transcurrido ese período Pampliega fue separado de ellos y trasladado a otro lugar.

López y Sastre han permanecido todo el tiempo de cautiverio juntos y hasta este sábado, que fueron liberados, no habían vuelto a saber nada de Pampliega.

Los tres periodistas, que han asegurado que se encontraban bien, han reconocido que se encontraban "desbordados" por la situación, por lo que preferían no convocar a los medios de comunicación para explicar su cautiverio.

Hasta este sábado que fueron liberados, la última vez que se supo de los periodistas fue en julio del año pasado cuando estaban en la ciudad de Alepo, que se encuentra bajo control del Frente Al Nusra, la filial siria de Al Qaeda.

Los tres periodistas trabajaban en la citada zona como freelance y habían entrado pocos días antes a Siria desde Turquía.

Estuvieron localizados por el CNI

El CNI les ha tenido localizados en todo momento, a pesar de que sus captores los han ido moviendo de un sitio a otro. En la primera fase del cautiverio permanecieron los tres juntos en una casa en los alrededores de Alepo, si bien a partir del tercer mes a Pampliega lo separaron de sus compañeros.

En otra ocasión, cuando su liberación parecía cercana allá por principios de año, estuvieron un tiempo en una zona cercana a la frontera con Turquía que controla el Frente Al Nusra. Pero su puesta en libertad aún iba a tardar. No obstante, la mayor parte del tiempo estuvieron en las cercanías de Alepo.

Cuando los servicios secretos no podían comprobar directamente el estado de los españoles, exigían a los captores lo que se denomina 'pruebas de vida', es decir, garantías de que los rehenes estaban vivos. Estas 'pruebas de vida' han consistido en preguntas formuladas por amigos o familiares de los periodistas cuya respuesta solo podían contestar correctamente los rehenes, han informado fuentes que han seguido de cerca su caso.

Otras veces, la prueba de vida ha sido un vídeo en el que los rehenes decían su nombre y la fecha del día en que se habían grabado las imágenes. Por lo general, presentaban un aspecto limpio y saludable, si acaso alguno de ellos más delgado.

Durante el secuestro, los tres reporteros han recibido un trato razonable por sus captores, que incluso les han permitido ver el fútbol por televisión e intercambiar cartas con sus allegados.

Los tres españoles compartieron parte de su cautiverio con una mujer alemana embarazada y con otro periodista japonés, Jumpei Yasuda, capturado en torno a las mismas fechas que los españoles, y que en marzo pasado aparecía en un vídeo reclamando ayuda a su Gobierno.

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