No obstante, ha asegurado desconocer que el dinero fuese a parar al presunto testaferro de Urdangarin Robert Cockx, de quien, según las investigaciones, se sirvió el marido de la Infanta Cristina a efectos de mantener la opacidad de las transacciones. Para ello, Cockx cedió una empresa fiduciaria de su propiedad, Alternative General Services, domiciliada en Irlanda y cuya cuenta corriente estaba radicada en Laussane (Suiza). El supuesto hombre de paja habría cobrado un 5 por ciento de las operaciones a cambio de figurar en las mismas.
"Autoricé el pago y punto. Creí que Alternative General era de Urdangarin", ha aseverado Calabuig en su declaración. El contrato entre Urdangarin con Calabuig fue suscrito formalmente por Cockx en representación de Alternative General, todo ello por la búsqueda de proyectos de inversión que no salieron adelante. Este hecho motivó la rescisión del acuerdo rubricado.
(HABRÁ AMPLIACIÓN)
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