Una pareja regresa a Ermua tras recorrer el mundo en bici. Si Willy Fogg ganó un día al bajarse del globo, Andoni y Alice ganaron a Maia, su próxima niña. Salieron en 2004 de Bruselas. El sábado volvieron a Ermua, el pueblo de Andoni. Ella es belga. Pero ya no son dos, sino tres. El número mágico. Tres años y tres meses han estado por el planeta. Tres volvieron, y tres meses quedan para el alumbramiento de Maia, su hija.
Habla Andoni: «Hemos pasado una época de nuestra vida sin pensar en el futuro. Sólo el día a día. País a país. Turquía, Kurdistán, China, Tíbet, Tailandia, Japón, Canadá, EE UU, México... 40 km en bici diarios. Compartiendo cada instante».
Y pensaron: «¿Qué más compartir que concebir un ser vivo? No, una criatura no requiere tanto. Sólo amor, y se lo daremos. Ahora Alice y yo debemos pensar en nuestro futuro. Pero he aprendido que si nos lo proponemos, todo sale bien». ¿Lo mejor?: «La hospitalidad humana. Las gentes nos han tratado como a reyes».
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