El Gremi de Restauració de Barcelona advierte de la posibilidad de que se convoquen más huelgas de terrazas como la que hubo el 24 de abril en la rambla del Poblenou.

"Lo que ocurrió en Poblenou puede ser una fotografía de lo que pasará en el conjunto de la ciudad", avisa Roger Pallerols, director del gremio, después de que, según asegura, técnicos del Ayuntamiento les comunicaran el miércoles que las terrazas de la plaza de Cataluña tendrán que reducir su tamaño.

La reunión de ese día entre el sector y el consistorio fue la primera de las tres que están previstas en el marco del proceso participativo que ha iniciado el gobierno municipal de Ada Colau para elaborar la ordenación singular de las terrazas de la plaza, todavía sin fecha.

Según Pallerols, los técnicos explicaron que las de Farggi, el Hard Rock Café, el hotel H10 y el bar Txapela tendrán que reducir el número de mesas. En cuanto a la del Café Zurich, asegura, comunicaron a su propietario que esta deberá desaparecer, por su cercanía al mobiliario urbano, algo que días más tarde desmintió la cuarta teniente de alcalde, Janet Sanz, y vuelven a negar a 20minutos fuentes del consistorio.

"En ningún caso hay una decisión política tomada", señalan, y afirman que "se trabajará para buscar el máximo consenso".

Pese a la matización del Ajuntament, el dueño del Zurich, Andreu Valldeperas, apunta a 20minutos que ve peligrar "el 90%" de su terraza, que ahora tiene 70 mesas. "Nuestro caso es uno de los peores", afirma, y añade que temen "no solo una pérdida de dinero, sino el cierre definitivo del local". "Con nosotros trabajan 32 familias que todavía están más preocupadas, ya que ven peligrar su trabajo", dice.

"Del Zurich no hay que tocar nada. Es un símbolo de la ciudad con muchos años de historia", afirma Pallerols, que se queja de que el consistorio está "creando un problema donde no lo hay".

También denuncia que el Ayuntamiento convoca "reuniones informativas y no participativas" y que la intención de reducir el tamaño de las terrazas de la plaza de Catalunya "amenaza gravemente la continuidad de los locales", que pagan "alquileres muy altos".

Pallerols apunta, asimismo, que el sector de la restauración no solo está  amenazado en la plaza de Catalunya, sino también en el resto de la ciudad, desde que el año pasado entró en vigor la ordenaza de terrazas que rige las que no están ubicadas en lugares singulares, que obliga a que haya una separacion mínima de 1,5 metros entre ellas.

Por eso, reclama "frenar en seco la aplicación de la norma, que puede ser un toque mortal para la restauración, y construir un nuevo consenso".

Junto al proceso participativo para definir la ordenación singular de las terrazas de la plaza de Catalunya, el Ajuntament ha iniciado otros para elaborar las de la plaza Lesseps y el paseo de Gràcia.

Están previstas tres reuniones de participación por cada ordenación.  Se ha hecho una en Lesseps y otra en Catalunya.