Un maltratador acusado de asesinar a su compañera sentimental tras golpearla y asfixiarla alegó en el momento de su detención que la mató porque le pedía dinero para mantener relaciones sexuales. El crimen fue cometido el 1 de enero de 2006 y minutos más tarde el agresor bajó de la vivienda para llamar a la Policía para comunicar la muerte, aunque en el juicio en la Audiencia de Málaga éste matizó que ella era muy celosa y que ese día habían discutido porque él había salido.

"Tuvimos una discusión muy fuerte y le tapé la boca con un alzacuellos de un abrigo", explicó al jurado, "pero luego me arrepentí e intenté reanimarla haciéndole el boca a boca, pero no respiraba". Durante su declaración ha reconocido que tenía una orden de alejamiento de la víctima, una mujer marroquí, de 40 años, pero que desde hacía un tiempo convivían de nuevo porque ella se lo había pedido. Pese a que el fiscal solicitó en sus conclusiones provisionales 18 años y seis meses de prisión, el acusado ha reconocido los hechos y los abogados personados en el caso y el ministerio público han llegado a un acuerdo en el que se le rebaja la petición de pena a diez años y seis meses.

El homicidio se produjo en el apartamento que ambos compartían en la calle Mediterráneo de la localidad malagueña de Marbella y según el fiscal, el acusado, J.M.R, la golpeó de manera reiterada por todo el cuerpo, causándole múltiples heridas, con la intención de acabar con su vida, así como con el propósito de incrementar su sufrimiento y sus padecimientos físicos. En el relato acusatorio se explica que el procesado se valió de un prenda de ropa para tapar fuertemente la boca y la nariz de su compañera hasta matarla por asfixia, y dos horas más tarde, llamó a la Policía y confesó los hechos