Asientos y esperas garantizados

  • La mayoría de usuarios de la línea 61 son vecinos de Campanar.
  • Casi todos se quejan de las largas esperas para coger el bus.
Las 11.45 horas de la mañana. Llego a la primera parada de la línea 61 situada en la plaza del Ayuntamiento y ya hay un autobús. A las 11.50 horas se pone en marcha con unas seis personas en su interior.

Josefa Falomir, de 72 años cuenta: «Antes, lo cogía mucho para ir a Hipercor, pero desde que alargaron la línea hasta el hospital Arnau de Vilanova, lo uso menos porque tarda más en llegar a la parada». Por contra, para José Roca, de 74 años, y Toni Catalá, de 57, «funciona bien en líneas generales y es cómodo».

El bus sigue su camino rápido, salvo en la calle Quevedo, donde hay atasco. Sin embargo, en tan solo media hora, estamos en el Arnau.

De vuelta, el conductor asegura: «La frecuencia no supera los 10 minutos». A las 12.50 h llegamos a la plaza del Ayuntamiento. A lo largo de toda la ruta, ha habido sitio para sentarse, pero los usuarios se quejan de la frecuencia. Nota: 5

Línea 61. Recorrido: Ayuntamiento, Quevedo, Jesús, Ramón y Cajal, Fdo. el Católico, Pío XII, Valle de la Ballestera, Maestro Rodrigo, Marina Baixa.

Frecuencia de paso: 10-12 minutos, laborales; 16-19, domingos; 17-23, festivos.

La opinión de los viajeros

Dolores Teruel, 58 años. «Lo cojo mucho para ir a Campanar y, aunque es cómodo porque siempre puedes ir sentado, tarda entre 20 y 30 minutos en pasar por la parada».

José Alonso, 60 años. «Llevo 20 años cogiéndolo y siempre ha faltado frecuencia de paso. Tarda 20 minutos en horas punta y los fines de semana he esperado hasta 45».

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