Estados Unidos seguirá colaborando con países del Golfo Pérsico para limitar a Irán

  • Barack Obama ha admitido que existen "diferencias tácticas" con el Consejo de Cooperación del Golfo en cuanto al país.
  • El presidente estadounidense también ha reiterado el "compromiso" de Washington frente a la lucha contra Estado Islámico en Siria e Irak.
  • Refiriéndose a Siria, ha asegurado que la Casa Blanca opta por una solución política, aunque el CCG ha acusado a Obama de ser "tibio" respecto a Al Asad.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama; el rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud; y el rey de Baréin, Hamad bin Issa al-Khalifa.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama; el rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud; y el rey de Baréin, Hamad bin Issa al-Khalifa.
EFE/Saudi Press Agency
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama; el rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud; y el rey de Baréin, Hamad bin Issa al-Khalifa.

El presidente de EE.UU., Barack Obama, aseguró este viernes que su país seguirá colaborando con el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) Pérsico para vigilar las actividades de Irán en la zona de la misma forma que lo hacía antes del pacto nuclear firmado con Teherán en junio de 2015.

Obama admitió en una rueda de prensa en Riad que los países del CCG estaban "preocupados" por las consecuencias de ese acuerdo, pero subrayó que EEUU sigue cooperando con ellos "para limitar la actividad de Irán".

El mandatario dijo al término de la cumbre que celebraron este viernes EE UU y el CCG en Riad que hubo "diferencias tácticas" respecto a Irán, pero que sin la cooperación de los países árabes no se habría llegado a un acuerdo con Teherán.

Obama explicó que los Estados del golfo querían asegurarse de que EE UU no trata con Teherán de forma "ingenua" y que no ignora las acciones de Irán en la zona.

Unidos contra la amenaza terrorista

Por otra parte, Obama reiteró el compromiso de su país de cooperar con los miembros CCG en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en Oriente Medio, principalmente en Siria y en Irak.

Pese a las recientes polémicas que giran en torno a las relaciones entre Washington y Riad, Obama respaldó a Arabia Saudí y dijo que "ha cooperado de forma intensa para luchar contra el terrorismo y contra el EI en Siria e Irak".

Obama hizo referencia a Irak, país donde EE UU tiene una presencia e influencia destacada, y señaló que (el primer ministro Haidar) Al Abadi es un "buen socio" para Washington, pero se mostró preocupado por la crisis política en el país árabe, pidiendo que la reforma del Gobierno sea finalizada lo antes posible.

En cuanto a Siria, otro de los puntos de tensión con los países del Golfo, aseguró que Washington siempre ha apostado por una solución política, "con la que se comprometan todos los actores externos", en referencia a Rusia e Irán, principales apoyos del régimen del presidente Bashar al Asad.

Obama dijo que Al Asad debe dejar el poder, no sólo porque esté matando a su pueblo, sino porque no puede ser parte de un gobierno de transición que ponga fin al conflicto.

Asimismo, el presidente estadounidense señaló que es "posible" que la actual tregua vigente en Siria desde el 27 de febrero colapse debido a la violencia renovada en el país.

Los monarcas del CCG, sobre todo el de Arabia Saudí, han criticado a Obama por su postura tibia respecto a Al Asad y por no haber intervenido directamente en Siria para acabar con su régimen.

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