La importancia de cambiar carne roja por blanca o pescado contra el síndrome metabólico

  • Optar por carne blanca, pescado, legumbres o huevos reduce el riesgo de síndrome metabólico.
  • El consumo de carnes rojas y procesadas con frecuencia de hasta una a dos raciones a la semana sería lo recomendado; superar esta cantidad supone un riesgo.
  • Su consumo excesivo se asocia con enfermedades como la diabetes de tipo 2, la enfermedad cardiovascular y el cáncer.
  • Cómo saber si se padece síndrome metabólico.

Un nuevo estudio, liderado por investigadores españoles, constata que reemplazar la carne roja por carne blanca, pescado, legumbres o huevos reduce el riesgo de síndrome metabólico, un conglomerado de factores de riesgo como obesidad abdominal, hipertensión arterial o triglicéridos altos.

Esta es una de las conclusiones de un estudio publicado en el número de marzo de la revista Clinical Nutrition y dado a conocer esta semana por el Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (Ciberobn), que lidera este trabajo.

Para llevar a cabo esta investigación se analizaron datos de 1.868 participantes de entre 55 y 80 años sin síndrome metabólico al inicio del estudio, pero con alto riesgo cardiovascular.

Así, según los resultados, los participantes con un consumo elevado de carne, especialmente carne roja y carne roja procesada, presentaron, respectivamente, un 27% y un 37% mayor riesgo de padecer síndrome metabólico, en comparación con aquellos con un consumo más bajo. Sin embargo, las personas con un consumo más elevado de carne blanca tenían hasta un 17% menos de riesgo.

La investigación también señala que el hecho de sustituir una ración de carne roja y carne roja procesada por una ración de un alimento alternativo rico en proteínas como la carne blanca, pescado, legumbres y huevos se asocia a un menor riesgo de padecer síndrome metabólico. Esto refuerza, según los autores, la importancia de realizar una alimentación variada incluyendo alimentos alternativos y más próximos a la dieta mediterránea.

Carnes rojas sí, pero con moderación

El consumo de carnes rojas y procesadas con frecuencia de hasta una a dos raciones a la semana está recomendado y no se asocia a mayor riesgo de síndrome metabólico, sin embargo, su consumo diario desplazaría la inclusión de otros alimentos ricos en nutrientes esenciales que como se ha visto "protegen el desarrollo de este síndrome".

Las carnes rojas tienen un alto valor nutricional para el organismo, pero diferentes estudios han relacionado recientemente su consumo excesivo con enfermedades como la diabetes de tipo 2, la enfermedad cardiovascular y el cáncer, recuerda el Ciberobn.

Sin embargo, aún es poca la evidencia científica que respalde su asociación con el riesgo de padecer síndrome metabólico (se ha demostrado que los individuos con este síndrome presentan dos veces más riesgo de morir por un ataque al corazón o una embolia cerebral). En 2010 un estudio de la Universidad Rovira i Virgili relacionaba un mayor consumo de carne roja y carne roja procesada con un mayor riesgo de sufrir síndrome metabólico, tras un año de seguimiento.

Ahora, este nuevo trabajo avanza en esta dirección: los resultados refuerzan la hipótesis de que la carne roja y sus procesados promueven el desarrollo de síndrome metabólico si se consume en exceso, según los científicos. Estos explican que se han sugerido diferentes mecanismos para explicar la existencia de esta asociación, especialmente para las carnes procesadas, ya que éstas son ricas en sal, hierro y nitritos/nitratos.

Sin embargo, advierten, son necesarios más estudios clínicos para poder afirmarla "con rotundidad". El trabajo lo lideraron Jordi Salas-Salvadó, Nerea Becerra-Tomás, Nancy Babio (de la Universidad Rovira i Virgili y Ciberobn). Esta investigación se ha hecho en el marco del estudio Predimed, un ensayo clínico de intervención nutricional financiado mayoritariamente por el Instituto de Salud Carlos III (Madrid).

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