Como vienen haciendo desde hace 17 años consecutivos, 18 internos de la prisión provincial de Huelva han realizado durante martes y miércoles su ya tradicional peregrinación a la aldea almonteña para encontrarse con la Virgen del Rocío, pero tras ello, todo vuelve a la normalidad y ya esta noche la han pasado en la prisión.

Se trata de una actividad que se desarrolla durante dos días de camino y que, como ya sucediera el año pasado, ha tenido un marcado carácter solidario, ya que los participantes han sustituido las ofrendas florales que hacen a lo largo del camino por cestas de alimentos que se destinarán a los más necesitados, ha informado a Europa Press desde la organización.

Los internos, que pasaron la noche en la casa de la Hermandad de Palos de la Frontera, han realizado paradas por distintas localidades hasta llegar a la aldea, como es el caso de San Juan del Puerto y Moguer, en una peregrinación que se ha llevado a cabo con total normalidad y a la que han podido asistir en momentos puntuales familiares de estos internos.

No obstante, este miércoles por la tarde tras la misa en la Ermita del Rocío, un autobús los trasladó de nuevo al centro penitenciario onubense, tras cumplir un año más su objetivo esta peregrinación, que se resume en contribuir a la reinserción social de estas personas, una cuestión que nunca debe olvidarse de este acto religioso.