El británico Tony Alexander King presentó el miércoles un escrito en la prisión de Albolote (Granada) solicitando asistir al entierro de su hija, que murió el pasado fin de semana. La pequeña, de diez años, se ahogó en una piscina privada de Mijas. King, condenado por los crímenes de Sonia Carabantes (2003) y Rocío Wanninkhof (1999), fue informado del fallecimiento por el consulado de su país, que actuó a petición de la madre del británico. Según fuentes penitenciarias, King pensó que se trataba de una broma, pero finalmente se mostró muy afectado, según informó ayer Sur.
Ahora, la Audiencia Provincial de Málaga debe decidir si concede la salida del preso o no. El entierro en Málaga de la pequeña está pendiente de autorización judicial.
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