Unificar deuda: pan hoy, ruina mañana

Antonio González, prejubilado, 52 años. (Laura González)
Antonio González, prejubilado, 52 años. (Laura González)
Antonio González, prejubilado, 52 años. (Laura González)

Los altos tipos de interés empujan a los ciudadanos a soluciones muy costosas y a veces fraudulentas Ô «Reunificamos deudas: antes, 1.130 euros; después, 500 euros». Ésta es una de las promesas con las que las empresas de reunificación de deudas (que juntan todos los pagos, como la hipoteca, tarjetas de crédito, préstamos personales, etc., y los cambian por uno solo) atraen a quienes  no llegan a fin de mes.

La coyuntura les es muy favorable. A finales de mayo de 2007, los clientes de los bancos tenían préstamos por valor de 725.659 millones de euros y los de las cajas de ahorro, por 807.452, según datos publicados esta semana por la Asociación Española de Banca. Con un euríbor en alza y un endeudamiento que ha crecido un 56,1% en el periodo 1999-2005, según Caixa Catalunya, son muchos los que se convierten en morosos y pierden toda opción a más préstamos bancarios. Es entonces cuando acudir a una de esas empresas puede parecer una buena idea.

Poco transparentes

El número de compañías que se dedica a esta actividad se ha disparado: se calcula que pueden rondar las 3.000 en España. Las asociaciones de consumidores advierten contra la opacidad con la que operan y las diferentes condiciones que ofrecen.

En algunos casos puede  hablarse de usura, incluso de fraude, y son ya numerosas las personas que han perdido  sus casas. El próximo podría ser Rafael Romero, un pizzero de 38 años de Rota cuya casa saldrá a subasta el jueves de la semana que viene.

Pero aún cuando no hay mala fe, los costes y las comisiones no suelen ser fácilmente perceptibles para el consumidor. Ante las quejas, el Gobierno tramita un proyecto de ley que regulará estas actividades y también la concesión de créditos rápidos.

La ley llegará al Congreso antes del fin de la legislatura y obligará a las empresas a registrarse y a ser más transparentes con la información. Con ella se quiere advertir de los riesgos y dejar claro que los milagros cuestan dinero.

Los intereses se multiplican

¿Cómo se pasa de pagar 1.000 euros al mes a 500? No es magia, sino un cambio de deuda a corto plazo por deuda a largo plazo. Para pagar menos se suscribe un nuevo préstamo hipotecario con el plazo más largo posible o se amplía la hipoteca que ya se tiene. La Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae) hizo los cálculos con una deuda de 138.774 euros. Se pasaba de 1.512 euros a 707 al mes, pero a cambio se pagaban al final 75.797 euros más de intereses, casi el doble.

«Ya somos más de mil damnificados en españa»

Este vigués, antiguo empleado de la Citroën, perdió su hogar en el verano de 2006 y es desde fines de ese año secretario de Afines, una asociación que representa a damnificados por empresas de reunificación de créditos. «Somos ya más de mil», advierte. Casado, con siete hijos y pensionista, lucha desde entonces en los tribunales para recuperar su casa de 500 metros cuadrados («una herencia que recibió mi mujer») que se autoadjudicaron en subasta los prestamistas en julio de 2006, cuando no pudo hacer frente a lo que le reclamaban. «Necesitaba dinero para terminar de construir la casa; al no estar registrada, no podía pedir una hipoteca. La reunificación me pareció una buena solución. Me hicieron firmar tres letras sucesivas, con plazos de vencimiento de solo un mes. En cinco meses me dieron 44.000 euros y me reclamaron 144.000». Antonio espera que el nuevo año judicial le traiga buenas noticias. Y, quizás, también sucasa.

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