Como esperaban muchos analistas, después de los sobresaltos hipotecarios de las últimas semanas, el Banco Central Europeo aplazó ayer la subida de tipos anticipada por su presidente en agosto. Los titulares de una hipoteca podrán en consecuencia respirar algo más tranquilos, aunque tal vez no por mucho tiempo, porque el máximo dirigente de la institución, el francés Jean Claude Trichet, no despejó las dudas sobre una posible subida futura, una vez se tranquilicen los mercados. En la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo de la entidad explicó que «dado el alto nivel de incertidumbre es apropiado recabar información adicional y examinar los nuevos datos» antes de tomar nuevas decisiones.

Zapatero, optimista

El Gobierno volvió a mostrar optimismo (algo que Adicae  –Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros– calificó esta semana como «mentiras piadosas»), esta vez por boca de su propio presidente, Rodríguez Zapatero. El líder socialista dijo en su visita a la ciudad financiera del BSCH que «España está preparada para hacer frente a coyunturas como las vividas» y para «desafíos» hipotecarios. Zapatero, flanqueado por el presidente del BSCH, Emilio Botín, afirmó que «la economía crece y va a seguir creciendo» y dio por terminado el ciclo alcista de subida de tipos».