Miles de personas se han dado cita este domingo, a pesar de la amenaza de lluvia, a los pies del Cristo del Otero de Palencia para ser 'apedreados' con 4.000 bolsas de pan y quesillo preparadas para la ocasión en el marco de una fiesta declarada de Interés Turístico Regional y que este año está vinculada a la conmemoración del 50 aniversario del fallecimiento de Victorio Macho.

Además, se han vendido otras 3.000 bolsas al precio de un euro en una caseta de la Asociación de Vecinos del barrio del Cristo a todos aquellos que no consiguieron una en la 'pedrea'.

La romería ha arrancado a primera hora de la mañana con los pasacalles, la recepción de autoridades y la procesión, que ha llegado hasta la ermita donde se ha oficiado la eucaristía.

Seguidamente, durante casi media hora, el alcalde de Palencia, Alfonso Polanco, acompañado por varios miembros de la Corporación Municipal así como de representantes de varias instituciones y vecinos del Cristo, han lanzado desde el balcón de la ermita, situada a los pies de la insigne escultura del artista palentino, las miles de bolsas ante las peticiones y gritos de los allí presentes, solicitando su ración.

De esta forma, los congregados debajo del balcón, han tratado de coger el mayor número de bolsas de pan y quesillo al vuelo entre gritos y algarabía, dándose algún que otro empujón y alguna pérdida de equilibrio, aunque ha prevalecido la alegría y el carácter amistoso de está especial pedrea, que se ha dado por concluida con un "¡Viva San Toribio!".

La romería de Santo Toribio tiene sus raíces en una antigua historia popular del siglo VI, que sitúa a la vieja Pallantia como el lugar donde, abrazando las doctrinas de Prisciliano, sus pobladores hicieron oídos sordos a los sermones y recomendaciones de Santo Toribio.

El Santo fue apedreado por los palentinos y hubo de refugiarse en una cueva, en el cercano cerro del Otero, donde rezó hasta que se produjo una inundación, que los palentinos interpretaron como un castigo divino. De ahí que cada año se lancen bolsas de pan y queso con una imagen y la leyenda de Santo Toribio, patrón del barrio del Cristo.

Una vez finalizada, las miles de personas que se han acercado hasta este barrio palentino han disfrutado en las campas cercanas de un buen almuerzo y han podido degustar limonada, chorizos, torreznos, sardinas o tortilla. Otros muchos han optado por recorrer los distintos puestos del mercadillo que los comerciantes han colocado en el Paseo del Otero con motivo de la celebración de las fiestas del barrio.