Varios pescadores del distrito turco de Izmir salieron a pescar este viernes cuando descubrieron entre sus redes una desagradable sorpresa: el cadáver de una niña siria de aproximadamente tres años.

El barco navegaba por la costa oeste de Turquía, cuando el capitán recogió los aparejos y descubrió que el cuerpo de la menor se había quedado enganchado a ellos. Los marineros, naturales de la ciudad de Foça, pescaban en el mar Egeo cuando capturaron a la niña junto a un montón de ropa.

Tras avisar a los guardacostas turcos, acudieron a dónde se encontraban los pescadores para escoltarlos hasta el puerto. Una vez allí, entregaron el cadáver de la menor a la Policía Local y fue analizado en un primer momento por el fiscal. Luego de esto, fue enviado a la morgue de Izmir.

La isla de Lesbos es uno de los puntos a dónde más sirios llegan huyendo de su país pero la peligrosidad de la travesía hasta llegar al islote hace que las naves en las que viajan los refugiados sufran naufragios a diario.