Los vecinos de Santa Marta de los Barros, un municipio de 4.000 personas, cerca de Almendralejo, están hartos de los cerca de 1.500 rumanos que desde hace varias semanas viven en el pueblo. Los acusan de provocar desórdenes y de haber cometidos varios robos y hurtos.

No es un fenómeno nuevo para el pueblo. Cada año por estas fechas, coincidiendo con la época de la vendimia, llegan al pueblo cientos de rumanos de etnia gitana que permanecen instalados en varios campamentos hasta el fin de la temporada.

Este año los planes son los mismos. Al acabar la recogida de la uva, previsiblemente, los rumanos se irán; pero esto no impide, que, de momento, los vecinos del pueblo se muestren indignados con los recién llegados, a los que acusan de romper la tranquilidad del pueblo. Impotentes ante esta situación, piden la ayuda del Ayuntamiento.

El problema, según el alcalde, es que muchos de ellos no tienen trabajo. Como recoge El periódico de Extremadura , desde la llegada de los rumanos las denuncias por robo se han incrementado hasta llegar a las cinco diarias. Otra parte del pueblo, sin embargo, dice entender esta situación y la desesperación de unas personas, que en su mayor parte, han venido a trabajar.

De momento, el Ayuntamiento ha enviado una moción a la Junta y a la Delegación de Gobierno solicitando el levantamiento del asentamiento y explicando sus razones, apoyadas por informes de las autoridades sanitarias y de las fuerzas de seguridad.

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