La Junta Directiva del Fondo Extremeño Local de Cooperación para el Desarrollo (Felcode) se ha reunido este jueves en la Diputación de Badajoz, donde se ha propuesto el plan de acción y presupuesto para la presente anualidad, y se ha dado luz verde a la puesta en marcha del XII Programa de Voluntarios Expertos de la entidad.

La presidenta de la Diputación de Cáceres, Rosario Cordero, dirige esta entidad que integran ambas instituciones provinciales extremeñas con la cofinanciación de la Agencia Extremeña de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aexcid) y la colaboración de Caja Badajoz y Caja Extremadura. Su vicepresidente es el presidente de la Diputación de Badajoz, Miguel Ángel Gallardo Miranda.

Se trata de la segunda Junta Directiva de FELCODE en este nuevo periodo. En la reunión se ha dado luz verde a la puesta en marcha del XII Programa de Voluntarios Expertos, que en las próximas semanas publicará las 20 plazas que se ofertarán este año. También se ha informado sobre la ejecución del presupuesto de 2015 y las actividades realizadas en ese año, así como la propuesta de plan de acción y presupuesto para la presente anualidad.

Todas estas propuestas deberán ser ratificadas por la Asamblea General, que ha quedado fijada para el próximo 18 de mayo en la localidad de Arroyo de la Luz (Cáceres).

Felcode es un instrumento de las corporaciones locales de Extremadura para impulsar la cooperación internacional al desarrollo desde el ámbito local de la Comunidad Autónoma. Tiene una clara vocación municipalista, no sólo por su origen y constitución sino por el planteamiento y enfoque de su actuación en los países en vías de desarrollo con los que coopera.

Este fondo apuesta por un modelo de cooperación directa orientando su actuación, preferentemente, a fortalecer las capacidades institucionales, sociales y económicas del mundo local en países del área iberoamericana; contribuir a la mejora de la calidad democrática y al respeto de los derechos fundamentales de los ciudadanos, favoreciendo su participación activa y el empoderamiento de los sectores sociales más vulnerables; y generar condiciones idóneas para la ejecución de actuaciones de desarrollo social, económico y cultural que reduzcan los niveles de pobreza, con especial atención al mundo rural.