Fuentes del ministerio público afirmaron que Otegi no se atribuyó durante su comparecencia ante el juez el papel de interlocutor en ninguna negociación y que su alusión al fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, se produjo ante la sorpresa que al parecer le causó la petición de prisión incondicional contra él.

Según estas fuentes, Otegi exclamó "*pero esto lo sabe Cándido Conde?", como dudando de la capacidad del fiscal presente en la "vistilla" para solicitar su ingreso en prisión de manera autónoma, desconociendo que, como es usual en los asuntos de esta trascendencia, el fiscal general estuvo informado en todo momento de la situación.

Lo dicho por Otegi ni siquiera figura en la transcripción de su declaración, prueba de la nula importancia que tanto el juez como el fiscal dieron a sus palabras.

Lo que sí figuran son las alegaciones hechas por su abogada que sólo utilizó la palabra "interlocutor" al explicar que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha dirigido públicamente a su cliente "como interlocutor en actos públicos como los celebrados en el Kursaal de San Sebastián o como los mítines de la última campaña electoral".

Confusión por el abogado de la AVT

La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), uno de cuyos abogados, Pedro Cerracín, estuvo presente en la declaración, ha interpretado que Otegi quería decir que mantenía contactos con una alta institución del Estado.

Las fuentes de la Fiscalía consultadas hoy no ocultaron su malestar con Cerracín, de quien dijeron que tuvo una actitud "benevolente" hacia Otegi, con el que el letrado mantuvo una larga conversación después de la declaración y mientras aguardaban a que comenzara la "vistilla". EFE