El FMI rebaja una décima el crecimiento de España y augura un 2016 con más ajustes fiscales

El ministro de Economía, Luis de Guindos, y la directora del FMI, Christine Lagarde.
El ministro de Economía, Luis de Guindos, y la directora del FMI, Christine Lagarde.
GTRES
El ministro de Economía, Luis de Guindos, y la directora del FMI, Christine Lagarde.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya no es tan optimista con España como hace tres meses. En sus cálculos de enero el organismo monetario había elevado dos décimas (hasta el 2,7%) su previsión de crecimiento para nuestro país en 2016. Pero el rumbo de sus estimaciones ha virado. En su informe de perspectivas de primavera, publicado este martes, ha vuelto a recortar sus expectativas sobre el crecimiento español.

El organismo dirigido por Christine Lagarde considera que España "moderará" su crecimiento en 2016 al 2,6% —una décima menos que en los cálculos de hace 3 meses— y mantiene su previsión del 2,3% para 2017. Ambas cifras siguen por delante de la media de la eurozona, pero siguen siendo significativamente inferiores a las previsiones del Gobierno, que calcula un crecimiento del PIB en ambos años del 3% y del 2,9%, respectivamente.

PrevisionesEspañaFMI (oct'15)
España3%2,9%
FMI (oct 2015)2,5%
2,2%
FMI (ene 2016)2,7%2,3%
FMI (abr 2016)2,6%2,3%

Previsiones: Datos del FMI y del Ministerio de Economía

El presidente Rajoy, tras conocer la revisión al alza en enero, presumió de haber aplicado "las políticas correctas". Pero ya entonces el director de investigación del FMI, Maurice Obstfeld, advirtió de que la incertidumbre política "podría afectar" a la evolución de la economía española. Lo cierto es que desde finales de año algunos indicadores económicos ya empiezan a flaquear.

El organismo no es tan optimista ahora con España a pesar de que reconoce que "su recuperación superó las expectativas". Prevé además que las políticas fiscales en España serán "ligeramente contractivas" en 2016; es decir, esperan un mayor recorte de gasto público o un aumento de impuestos. Y finalmente, estima el Fondo que la inflación siga negativa este año (-0,4) y que la tasa de paro apenas rebaje tres décimas (19,7%) la barrera del 20%.

El ministro en funciones de Economía, Luis De Guindos, que prepara actualmente el nuevo Programa de Estabilidad —lo aprobará el 22 de abril y se presentará después a Bruselas— se muestra optimista al conocer las previsiones del Fondo y apunta a que España es el país avanzado "que más crece", que el diferencial frente al resto "se amplía" y que este avance de la economía española se produce en un entorno de desaceleración mundial.

Cuarto recorte del crecimiento mundial en apenas un año

Según las proyecciones del organismo, el mundo crecerá un 3,2% en 2016 y un 3,5% en 2017, dos y una décima menos respectivamente de lo estimado en enero. "La economía global flaquea por un crecimiento demasiado lento durante mucho tiempo", dice el Fondo para explicar su cuarto recorte seguido de predicciones en el último año. "Nuestras proyecciones continúan siendo progresivamente cada vez menos optimistas", ha añadido en rueda de prensa el economista jefe del Fondo, Maurice Obstfeld.

Según el FMI, "el crecimiento mundial continúa" pero a un ritmo tan lento que le expone a riesgos, entre los que identifica una posible vuelta de las turbulencias financieras (incluida una posible guerra de depreciaciones de moneda), la desestabilización que los bajos precios del petróleo puede provocar en los productores, un enfriamiento en China más acusado y riesgos geopolíticosc como la crisis de los refugiados o el terrorismo.

¿Y qué riesgos observa en Europa? "En la zona euro influyen negativamente en el crecimiento la baja inversión y el alto desempleo", considera el organismo en su informe para la región, para la que reduce el aumento del PIB dos décimas este año (hasta el 1,5%) y una el siguiente (hasta 1,6%). Además, el Fondo estima el Brexit —la salida del Reino Unido de la UE— podría causar "graves daños regionales y globales" al alterar las relaciones comerciales.

En cuanto a los países emergentes, el FMI teme un "frenazo" más acusado por varios factores: entre ellos, el lento crecimiento de los países exportadores de petróleo, de los latinoamericanos y del este de Europa; también influye la desaceleración de China, las recesiones de Brasil y Rusia y las peores perspectivas de los países africanos.

El FMI pide a los gobiernos una acción "conjunta" que aúne políticas estructurales ("en el mercado laboral y comercial"), fiscales ("menos impuestos al trabajo y más gasto en investigación y desarrollo") y monetarias ("para levantar la inflación") que solvente los riesgos a los que se enfrenta la economía mundial. Obstfeld ha vuelto a subrayar la importancia de ahondar en las políticas de estímulo monetario, pero ha insistido en que los bancos centrales "no pueden cargar solos con la responsabilidad de hacer frente a los desafíos actuales".

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