El 13 por ciento de los navarros ha tomado medicamentos para combatir la ansiedad en el último año, según un estudio encargado a Cíes por la Asociación de Consumidores Irache. La cifra supone un punto más respecto a la cifra de 2014.

Según este estudio, las mujeres han tomado medicamentos para combatir la ansiedad en mayor medida que los hombres (17% frente a 9%) y los mayores de 65 años son la franja de edad que en mayor medida los ha consumido (22%).

Los motivos para echar mano de estos fármacos son variados: un 35% lo hacen para poder conciliar el sueño y descansar; un 18%, tras haber sufrido algún suceso traumático; y un 12% debido a problemas familiares.

Por otro lado, en los últimos años han bajado ligeramente los que toman estos fármacos por circunstancias derivadas de la crisis: si hace tres años eran el 18% los que tomaban estos fármacos por motivos económicos o laborales, actualmente representan un 8% de los que los consumen.

Por tramos de edad, los de 46 a 65 años lo hacen mayoritariamente para conciliar el sueño, mientras para los de 30 a 45 el principal motivo para tomarlos es poder sobrellevar algún suceso traumático. Por su parte, los menores de treinta los toman en igual porcentaje para poder dormir, por causas familiares, económicas o laborales.

A un 18% de los que consumen estos medicamentos no se les ha advertido de los efectos secundarios que éstos pueden conllevar, una cifra que en 2014 era del 25% de los que habían tomado ansiolíticos.

Son los mayores de 65 años los que en mayor medida afirman que no se les ha advertido sobre los posibles efectos secundarios de estos fármacos.

En este sentido, Irache ha advertido sobre la importancia de hacer un "uso adecuado" de los ansiolíticos y ha recordado que "sólo se deben tomar estos medicamentos bajo una estricta supervisión médica" para evitar "riesgos innecesarios".

La asociación ha insistido en que "es necesario acudir al médico para que éste diagnostique adecuadamente y determine el tratamiento a seguir, ya sea éste un tratamiento psicológico, la prescripción de medicamentos o cualquier otra indicación". En todo caso, ha incidido en que, si hay prescripción de estos fármacos, "es muy importante preguntar e informarse adecuadamente del proceso a seguir, la frecuencia de consumo, la duración o cualquier duda que pueda surgir". Junto a ello, aconseja tratar de detectar las causas que han provocado la ansiedad para buscar soluciones.