El alcalde de Almería, Ramón Fernández-Pacheco, ha visitado este sábado las instalaciones de CASI Aeropuerto, en las que la Cooperativa Agrícola San Isidro ha invertido más de once millones de euros para levantar el "mayor y más moderno" centro de confección y manipulado de tomate de Europa, y donde el alcalde ha elogiado su "apuesta" por una agricultura "moderna y puntera".

En una nota, el Ayuntamiento almeriense ha informado de que este centro cuenta con una capacidad para confeccionar y embalar unas 50 toneladas de hortalizas por hora, además de una tecnología inteligente capaz de seleccionar los productos incluso por su color o sabor.

Tras un recorrido por los 42.000 metros cuadrados de superficie junto al presidente de CASI, Miguel Vargas, el regidor ha mostrado "el orgullo que suponen para la ciudad y para la provincia estas instalaciones porque estamos trasladando una imagen moderna e innovadora de la agricultura almeriense".

"Es muy importante que se sepa que, además de contar con miles y miles de hectáreas de invernadero, la agricultura en Almería es mucho más, porque hay empresas o cooperativas como CASI que deciden dar un paso más y apostar por la innovación, por las nuevas tecnologías, por la modernización y por todo lo que tiene que ver con el futuro", ha agregado el alcalde.

Fernández-Pacheco, que es el primer responsable político que visita este centro de confección y manipulado de tomate, al que también han acudido los concejales de Agricultura, Juanjo Alonso; Presidencia, Manuel Guzmán, y del Distrito Bahía, Juanjo Segura, ha felicitado a los trabajadores y gestores de CASI "por el trabajo que se realiza en la Cooperativa, referente de la agricultura almeriense por antonomasia, y por unas instalaciones que demuestran que la 'Marca Almería' tiene un futuro por delante muy halagüeño" y ha reiterado "la colaboración municipal en todo aquello que esté en nuestra mano".

Vargas, que ha agradecido el interés del primer edil por CASI y por la agricultura, en general, ha señalado que la maquinaria instalada "es lo último que existe en el mercado mundial y nos abre un abanico de posibilidades que iremos viendo día a día, como hemos hecho siempre desde hace más de 70 años".

"Nuestro objetivo es ofrecer el mejor servicio tanto a los socios como a las demandas de los clientes, situándonos, desde la sostenibilidad y la eficiencia, a la vanguardia de un mercado cada vez más exigente, dinámico y diverso", ha detallado.

Con más de 1.200 trabajadores, ha incidido además en que el hecho de instalar tecnología punta "no quiere decir que CASI no siga contratando mano de obra", pues "no solamente mantenemos, sino que incrementamos personal porque el hecho de contar con estas instalaciones permite hacer trabajos que antes CASI no podía asumir".

Instalaciones con dos líneas de trabajo

Las instalaciones de CASI Aeropuerto permiten "un mayor control" de la distribución de la producción y constan de dos líneas de trabajo, una ubicada en la planta sótano, desde donde se realiza la descarga del producto y se gestionan los envases, y otra en la planta superior acondicionada para la clasificación y confección del producto, con 3.000 metros cuadrados de cámaras frigoríficas, además de oficinas de gestión, comercial y técnicos de campo.

Su alta mecanización en todos los procesos supone "una apuesta" por la innovación, avance y evolución, como claves del éxito de una cooperativa que "apuesta por seguir liderando el mercado de tomate en Europa".

Desde 1944, la cooperativa CASI ha tenido como objetivo la "mejora constante de calidad y el máximo beneficio para sus clientes y agricultores asociados, cerca de 1.300 actualmente". Asimismo, no ha parado de crecer a todos los niveles, aumentando los socios, la superficie de cultivo, los clientes, los kilos de producción, o las variedades.

En la actualidad, dispone de dos centros de trabajo totalmente operativos en la ciudad, en Los Partidores, donde se ubica la tradicional subasta de género, y en CASI Aeropuerto, que concentrará todo el manipulado de venta directa de la cooperativa una vez que se traslade el centro existente en San Isidro (Níjar), donde también se ubica la rama ecológica.