Un equipo de científicos de la Universisad de Texas ha manipulado un gen, denominado adiposo, con el que han controlado la cantidad de grasa que acumulan los tejidos de la mosca de la fruta, gusanos y ratones. El gen parece que actúa como un interruptor que enciende o apaga la capacidad del cuerpo de acumular o quemar grasa.

Si esto sucediera de la misma forma en los seres humanos, podría abrir nuevos caminos en la lucha contra la obesidad y la diabetes.

El estudio, que ha sido publicado en la revista Cell Metabolism (Metabolismo celular), explica también las razones que influyen en que unas personas adelgacen más que otras al comenzar una dieta. Este gen también podría intervenir en esta serie de procesos.

El gen adiposo fue descubierto en las moscas de la fruta hace 50 años, pero los científicos no habían sabido hasta ahora de que forma afectaba a los tejidos grasos.