La Dirección General de Tráfico instalará en lo que resta de año siete nuevos radares en las carreteras de la provincia de Málaga por un coste de 686.885 euros, con lo que serán en total catorce los aparatos encargados de controlar la velocidad de los vehículos.

Actualmente en Málaga existen siete radares fijos, cuatro de ellos en la A-7, dos en la A-45 y uno en la A-357, que controlaron durante el primer semestre del año a 12,5 millones de vehículos ligeros y a otro medio millón de vehículos pesados, un 8,8 por ciento más que en la misma época del año pasado, informó hoy en un comunicado el PSOE.

Además, según el diputado socialista Miguel Ángel Heredia, el número de accidentes mortales en las carreteras malagueñas se ha reducido en un 20,6 por ciento "fruto de las numerosas medidas impulsadas por Tráfico, entre las que destaca la instalación de radares".

En cuanto a la velocidad media, también ha descendido en el último año ya que en vehículos ligeros ha pasado de 93 a 90,7 kilómetros por hora, y en vehículos pesados de 86 a 85,4 kilómetros por hora.

Heredia indicó que la finalidad del control de velocidad no es recaudadora, sino que se trata de prevenir los accidentes "a través de la advertencia".

Por ello, la DGT señalizará anticipadamente la existencia del control de velocidad mediante los paneles de información variable y mediante señalización fija, así como con la publicación del mapa de situación.

Los radares obtienen una fotografía de los vehículos que sobrepasan la velocidad máxima permitida, tras lo cual en el Centro de Gestión del Tráfico se identifica a su titular para iniciar el correspondiente procedimiento sancionador.