Qué ha sido de Rubén Ramírez: el niño que arrasaba en la tele de los 90 y acabó en el olvido

  • De los 8 a los 12 años, Rubén Ramírez fue una estrella de la televisión.
  • Era famoso por imitar a personajes como Felipe González, Aznar, Carmen Sevilla...
  • Ahora, con 30 años, cuenta su historia en la obra de teatro 'El niño de la tele', que ha comenzado a representarse en la Sala Flyhard, en Barcelona.
Rubén Ramírez, el pequeño imitador de los 90, en un programa de zapping de Antena 3.
Rubén Ramírez, el pequeño imitador de los 90, en un programa de zapping de Antena 3.
@ElNinoDelaTele
Rubén Ramírez, el pequeño imitador de los 90, en un programa de zapping de Antena 3.

Hoy, su nombre no es muy conocido pero, en la década de los 90, Rubén Ramírez era toda una celebridad de la televisión española. Con una chaqueta azul brillante, unas grandes gafas y mucho talento para el espectáculo, este niño que imitaba a Felipe González, José María Aznar y otras figuras relevantes de la época se metió a lo profesionales de la televisión en el bolsillo.

Su capacidad de imitación lo llevó a estar junto a personalidades como Luis del Olmo, Paz Padilla, Antonio Mercero o Javier Cámara. Durante los primeros años de su infancia y adolescencia combinó la escuela con platós de TV. Volaba constantemente de Barcelona a Madrid, siempre de la mano de su padre, que le cuidaba y le acompañaba en todas partes.

Sin embargo, de repente, tras varios años de éxito durante los que apareció en infinidad de series y programas televisivos, Rubén se esfumó. ¿Qué fue de aquel pequeño? Ahora, con 30 años, lo cuenta él mismo, en primera persona, en la obra El niño de la tele, que se estrenó el 7 de abril en la Sala Flyhard de Barcelona.

Según se relata en la sinopsis oficial de la obra, al parecer, un día el teléfono dejó de sonar y "Rubén pasó de tocar el cielo a caer en el olvido en un santiamén". El mundo del espectáculo no tuvo piedad con un niño de 12 años. Ahora, ya en la treintena, Rubén tiene una carrera, un máster y ningún trabajo. De hecho, para ganarse la vida tiene que trabajar de carpintero en el negocio familiar con su padre.

Ahora, en un peculiar cruce de ficción y realidad, Rubén ha montado la escenografía del nuevo espectáculo de Sala Flyhard con su padre. Encontrarse de nuevo en una sala de teatro le hará revivir su historia, su pasado amargo, para explicarle al público —que en la ficción sólo existe en su cabeza pero que en esta obra volverá a estar ante él— cómo ha llegado hasta el punto en el que se encuentra actualmente.

Pero no se trata de un drama, El chico de la tele es, ante todo, comedia, ya que Rubén Ramírez cree que no hay forma mejor de afrontar los fracasos.

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