Las multas de velocidad se dispararon el año pasado en las carreteras de la Comunidad de Madrid, sin que se haya observado una reducción de la siniestralidad en una proporción parecida. La Dirección General de Tráfico (DGT), a través de sus radares fijos, móviles y aéreos, puso un total de 383.490 infracciones por rebasar los límites de velocidad establecidos, un 53% más (132.676) que en 2014, cuando se registraron 250.814 multas, la mayoría en autopistas y autovías, según datos oficiales de la DGT recopilados en un informe por Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Esto ha significado una recaudación de más de 14,3 millones de euros.

Las causas de este notable incremento en 2015 las encontramos en varios factores, según los expertos consultados. Por un lado, en una mayor actividad de los cinemómetros móviles. "Los radares móviles presentan ahora una mayor actividad porque en teoría su número no ha aumentado en la Comunidad de Madrid. Lo dicen los números: el año pasado hubo al menos una multa en 2.726 puntos diferentes frente a los 2.416 puntos distintos en los que hubo infracciones en 2014", explica Mario Arnaldo, presidente de AEA. Arnaldo añade otro elemento: la mala colocación de las señales. "Hay lugares en que la señalización no es creíble porque, sin ningún motivo, la vía por la que se circula cambia de pronto una velocidad máxima por otra menor. Y así 'cazan' a miles conductores", destaca el presidente de uno de los colectivos de automovilistas de referencia, quien critica que la inmensa mayoría de las multas son por excesos mínimos: "Suelen superar el límite en menos de 10 km/h".

Desde la DGT, una portavoz señala al incremento de la circulación, producto de la mejora en la economía, como factor clave. La ecuación es la siguiente: a más dinero disponible, más coches en las carreteras y, por tanto, más multas. "El año pasado hubo mayor movilidad en las carreteras interurbanas (373.504.129 desplazamientos de largo recorrido). En general, en España, se produjeron un 4% más de desplazamientos por carretera", aseguran desde Tráfico. El dato concuerda con el aumento de circulación que previsibiblemente se produjo en 2015 en las carreteras regional, que aún no se ha hecho público. La tendencia esperada es que la utilización del coche siga creciendo después experimentar una subida del 2,5% en 2014, la primera en seis años.

Este crecimiento en las infracciones no ha tenido, sin embargo, un efecto disuasorio en los conductores, ya que la siniestralidad apenas ha variado: el año pasado 58 personas fallecieron en accidentes de tráfico en la región, una menos que en 2014. Las multas de los radares son mayoritarias en autopistas y autovías, ya que hay más circulación, aunque los accidentes más graves se producen en vías convencionales, donde se suelen superar con más frecuencia los límites de velocidad. "Los radares son instrumentos más de recaudación que de prevención", sentencia Arnaldo.

Por estas infracciones, la DGT ha recaudado en 2015 más de 14,3 millones de euros, lo que suponen más de 52.962 euros al día y un 18% más que lo recaudado en 2014 (12,4 millones). La cifra fue aportada por el Gobierno en una respuesta parlamentaria y corresponde a lo recaudado en los nueves primeros meses del año pasado. Las multas por sobrepasar los límites de velocidad oscilan entre los 100 y 600 euros y conllevan la retirada de entre dos y seis puntos del carné de conducir.

En la Comunidad de Madrid, existen actualmente 32 radares fijos, 34 móvilesy un radar de tramo, según informa la DGT. El que más multa es el situado en el kilómetro 18,270 de la A-6, a la altura de la localidad de Las Rozas, que en 2015 puso 68.616 infracciones, un 12% más que el año anterior (61.343). Se trata de un tramo con un radar multicarril en el que los vehículos van circulando a 120km/h y de repente se ven obligados a reducir su marcha a 90. Por detrás aparece el radar de tramo de la AP-6 (49.708), entre los kilómetros 49,2 y 56,8, y el cinemómetro del kilómetro 12,5 de la A-5 (35.413).

En este 2016, el número de multas por rebasar la velocidad permitida podría superar incluso el de 2015. La razón es que Tráfico ya ha instalado en unas 70 nuevas localizaciones de todo el país, sobre todo en carreteras secundarias, unos dispositivos similares a los radares que son capaces de captar 50 imágenes por segundo y que detectarán, además de si se está circulando a la velocidad permitida, si los ocupantes de un vehículo llevan puesto correctamente el cinturón de seguridad o si el conductor está haciendo uso del teléfono móvil.

En Madrid capital, el Ayuntamiento cuenta con 27 radares fijos, 14 en túneles y 13 en superficie. Los dos últimos –La Paz y Santa María de la Cabeza– entraron en funcionamiento en febrero. También este año ha instalado seis puntos de control de semáforo, que sancionan al conductor que rebase un semáforo en rojo. Ya hay 32 dispositivos de este tipo y se instalarán nueve más este año. En 2015, el Consistorio tramitó cerca de 2,3 millones de multas de tráfico, un 6,9% menos que en 2014, según datos proporcionados por el área de Medio Ambiente y Movilidad en una comisión del ramo.