Mientras en Vizcaya y Álava  las empresas deberán pagar a Hacienda el 28% de sus beneficios, en Guipúzcoa la tasa aprobada ayer por la Diputación fija en un 30% el impuesto de sociedades. Por primera vez no habrá armonización fiscal; el impuesto no será exacto en los tres territorios. Aunque el Gobierno vasco tiene potestad para activar, precisamente,  la Ley de Armonización Fiscal y obligar a implantar el mismo impuesto en todo Euskadi.