El ciclo descendente del desempleo, que comenzó en enero y empezó a torcerse en junio, sufrió en agosto un parón. El número de parados creció el pasado mes en 57.958 personas respecto a julio, situando la cifra de parados por encima de los dos millones (2.028.296), tope que no sobrepasaba desde abril.

Los datos publicados ayer por el Gobierno revelan además que el mes de agosto de este año ha sido el peor de la última década en lo que a empleo se refiere. De hecho, duplican la subida registrada en agosto de 2006, que se situó en 28.693 personas.

«Simple paréntesis»

El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, calificó ayer estos datos negativos de «simple paréntesis» y negó que nos encontremos ante una «situación de crisis». En este sentido, desde el ministerio recordaban que en los primeros ocho meses de este año se han firmado 1,47 millones de contratos indefinidos, lo que supone un 15,8%  más respecto al mismo periodo del año anterior. Sin embargo, en el apartado de los indefinidos los datos de agosto también han sido negativos, con un descenso del 8,8% respecto a 2006.

Los sectores donde más aumentó el desempleo fueron el de los servicios (28.562 personas) y la construcción (22.088); seguidos de la industria (10.939) y la agricultura (910). Los sindicatos mayoritarios UGT y CC OO, que valoraron negativamente los resultados, reclamaron medidas frente a la estacionalidad del empleo y la diversificación de las actividades económicas.

En Madrid subió un 3,14%

El paro aumentó en la mayor parte del país, en 15 comunidades, encabezadas por la Valenciana (13.084 personas). La Comunidad de Madrid no se salvó de la quema y cerró agosto con un aumento del 3,14% en el número de parados respecto al mes de julio (6.794 personas), situándose en 223.083 desempleados registrados en las oficinas del INEM. Desde el Gobierno regional destacaban ayer que la contratación indefinida en Madrid creció cuatro décimas respecto al número de contratos realizados, con un total de 28.472, que representan el 17,27% del total.

La economía goza de salud. Francisco Villota Dtor. Dpto. Economía Aplicada III. U. Complutense Madrid

Los datos de empleo del mes de agosto son poco significativos porque se trata de un periodo muy peculiar. Además, las diferencias con los resultados de agosto de 2006 no son suficientemente sustanciales como para ver un cambio de tendencia y hacer extrapolaciones a largo plazo. Desde el punto de vista del medio plazo soy optimista porque la economía española goza de muy buena salud. Así lo avalan los beneficios logrados durante el primer trimestre de 2007 por las empresas que forman parte del Ibex 35, superiores al 30%. Se trata de un reflejo de la gran fortaleza básica del crecimiento español que se encuentra bastante asentado. Claro que siempre hay nubes en el horizonte económico que pueden crear cierta incertidumbre: las elecciones del próximo año o las turbulencias financieras de los mercados. En cuanto al peso de la construcción en la economía, no creo que haya propiciado lo que algunos definen un desarrollo económico artificial en España. Este tipo de fenómenos son propios de países poco desarrollados y no es nuestro caso.