El acusado de planear el asesinato de Patxi López se desvincula de ETA

  • "Yo no soy Basurde. Ni he pertenecido a ETA ni he colaborado con ella", ha declarado Tomás Miguel Madina Echevarría.
  • Madina ha asegurado que aunque la organización terrorista le pidió colaborar, él se negó.
El presunto etarra Tomás Miguel Madina Echevarría, que se enfrenta a una petición del fiscal de 40 años de cárcel por conspirar para asesinar en 2010 al exlehendakari Patxi López.
El presunto etarra Tomás Miguel Madina Echevarría, que se enfrenta a una petición del fiscal de 40 años de cárcel por conspirar para asesinar en 2010 al exlehendakari Patxi López.
EFE/Fernando Villar
El presunto etarra Tomás Miguel Madina Echevarría, que se enfrenta a una petición del fiscal de 40 años de cárcel por conspirar para asesinar en 2010 al exlehendakari Patxi López.

El presunto etarra Tomás Miguel Madina Echevarría, "Basurde", acusado de conspirar para asesinar en 2010 al exlehendakari Patxi López y al exconsejero de Interior vasco Rodolfo Ares, ha negado en el juicio cualquier vinculación con ETA y ha asegurado que aunque la organización le pidió colaborar, él se negó.

"Yo no soy Basurde. Ni he pertenecido a ETA ni he colaborado con ella", ha declarado Madina en la vista oral del juicio que comienza hoy en la sede de San Fernando de Henares de la Audiencia Nacional.

Al procesado se le imputa un delito de participación activa en organización terrorista y dos de asesinato terrorista en grado de conspiración, por los que la Fiscalía solicita 40 años de cárcel.

Según el relato provisional del Ministerio Público, el acusado, experto tirador de arma larga aficionado a la caza mayor, tenía previsto atentar contra los dos exaltos cargos del Gobierno Vasco el 19 de junio de 2010, coincidiendo con el primer aniversario del asesinato del inspector Eduardo Puelles.

El atentado no se llegó a perpetrar al haber sido intervenido meses antes en Portugal un rifle que iba dirigido al comando Otazua, autor del asesinato de Puelles.

Madina, que solo ha contestado a las preguntas de su defensa, ha negado cualquier vinculación con la organización terrorista y ha relatado al tribunal que en el año 2008 ETA le dirigió un sobre que no abrió porque le dio "muy mala sensación".

Un año después, según ha explicado el acusado, recibió otro sobre similar en el que le proponían colaborar con la organización y se dirigió al lugar donde le indicaban, la localidad francesa de Castres, para comunicarles su negativa a la propuesta.

"Un hombre me pidió ayudar a la organización pero nunca me habló de ningún atentado y yo me negué a colaborar. No he vuelto a tener otro contacto con ETA", ha apostillado.

Sin embargo, los agentes de la Guardia Civil que han testificado en el juicio han explicado que en documentación incautada a ETA aparecía el nombre de Madina y han subrayado que se trataba de un tirador de elite, hasta el punto de que se había hecho el servicio militar en una unidad especializada.

También han cuestionado que se reuniera con ETA para rechazar su oferta: "ETA sabe que la respuesta va a ser afirmativa, no llama a una persona de la que no tiene conocimiento y la invita a colaborar sino que hace un estudio previo".

Según la Fiscalía, el lugar desde el que el acusado tenía previsto disparar era, según la Fiscalía, el Parque Larreagaburu en Bilbao, ya que es "idóneo para cometer el atentado usando mira telescópica".

Madina ha declarado que solo estuvo en ese parque por razones laborales, ya que él era perito de una aseguradora y recibieron un aviso de un supuesto robo en un coche en el aparcamiento de esa zona.

Además, el Ministerio Fiscal sostiene que en mayo de 2010, "Basurde" se dirigió a la cima del monte Ganekogorta (Vizcaya), en la que colocó una naranja mientras se comía una manzana y tras un cuarto de hora se fue sin tener contacto con nadie.

El fiscal explica que si bien esta actitud en apariencia "pudiera corresponder con una actividad deportiva", en realidad se trata del "modus operandi" que ETA utiliza en sus citas entre militantes.

Al respecto, el acusado ha explicado: "En esas fechas fui al monte porque, al ser aficionado a la historia, tenía interés en conocer el cinturón de hierro", en alusión a un conjunto de túneles, búnkeres y trincheras que se construyó durante la Guerra Civil.

Sin embargo, miembros del comando Otazua admitieron que habían quedado ese día con una persona de 45 años, que en el servicio militar había sido "tirador selecto", y que debía aparecer en la cima del monte "con una pieza de fruta en la mano y un gorro rojo".

El acusado ha negado poseer tal prenda y ha manifestado que "en ningún caso" se considera tirador selecto y que nunca ha realizado prácticas de tiro a 300 metros de distancia, como se supone que iba a hacer el día del supuesto atentado.

"Yo nunca he hecho un curso de francotirador y solo he realizado prácticas de tiro durante el servicio militar", ha comentado.

Con respecto a los tres rifles intervenidos en su domicilio por la Guardia Civil, el acusado ha explicado que eran tres escopetas con licencia de armas y que la mira telescópica intervenida se la regaló su madre cuando todavía era menor de edad y "pertenecía a una escopetilla de aire comprimido".

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