La Guardia Civil ha detenido a 10 personas por alcoholemia y otra por conducir habiendo perdido los puntos asignados fruto del dispositivo simultáneo de verificación de alcoholemias y drogas en distintas carreteras de la Región de Murcia, al objeto de cumplir con el plan de control de las zonas de ocio y con la Estrategia de Seguridad Vial 2010- 2020 de la Dirección General de Tráfico, desde el pasado 29 de marzo hasta el 3 de abril, coincidiendo con la celebración de las Fiestas de Primavera de Murcia.

En el dispositivo simultáneo, en el que han participado 200 agentes del Sector de Tráfico de la Guardia Civil de Murcia, se han controlado un total de 4.875 conductores, de los que 103 arrojaron resultado positivo en alcohol (2,11 por ciento), 10 de ellos detenidos y puestos a disposición judicial y los 93 restantes denunciados ante la Jefatura Provincial de Tráfico de Murcia, por alcoholemia.

Asimismo, se han denunciado a 33 conductores por circular habiendo consumido drogas u otras sustancias estupefacientes prohibidas y ha sido detenido un conductor por hacerlo con la totalidad de puntos asignados.

Dos tercios de los controles se han realizado en los accesos a la ciudad de Murcia, en respuesta a la afluencia masiva de vehículos con motivo de las tradicionales fiestas de primavera.

En estas carreteras se controló a 3.200 conductores, de los que 70 arrojaron resultado positivo en alcoholemia, siete de los cuales fueron detenidos por superar la tasa de 0,60 mg/l de alcohol establecida en el código penal y el resto denunciados ante la Jefatura Provincial de Tráfico de Murcia por infracción administrativa.

Un total de 16 conductores más fueron denunciados por dar positivo en consumo de drogas y una persona detenida por conducir con pérdida total de los puntos asignados.

Con estas actuaciones, la Guardia Civil persiste en la línea positiva de reducción de la siniestralidad y de concienciación a los ciudadanos de la incompatibilidad del consumo de bebidas alcohólicas y drogas con la conducción de vehículos, con el objetivo de evitar que se produzcan accidentes de circulación, y así garantizar la seguridad vial en nuestras carreteras.

Además, apela al empleo de medios de transportes colectivos o formulas alternativas para que en dichos desplazamientos no se pongan al volante en estas circunstancias, en especial entre la población más joven.

La Guardia Civil recuerda que seguirá realizando controles de alcoholemia y drogas, con especial intensificación durante los fines de semana, momento en que se produce un mayor número de desplazamientos de jóvenes a zonas y lugares de ocio de la Región.

Por un lado, conducir un vehículo a motor con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,60 mg/l, lleva aparejada la detención del conductor como presunto autor de delito contra la seguridad vial, castigado con pena de prisión de 3 a 6 meses o multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, y en cualquier caso la privación del permiso de conducir por un tiempo de 1 a 4 años.

Por otro lado, la conducción de vehículos a motor con tasas de alcohol superiores a 0,25 mg/l (0,15 mg/l, conductores noveles y profesionales) y hasta 0,60 mg/l, desde la última reforma de la Ley de Seguridad Vial, puede llevar aparejada una sanción económica de hasta 1.000 euros, así como la pérdida de hasta 6 puntos.

De igual forma, se actúa cuando el conductor ha ingerido drogas u otras sustancias prohibidas que pueden determinar o bien un supuesto delito contra la seguridad vial, castigado con las mismas penas que en el caso del alcohol, o bien una denuncia administrativa, que se sanciona en este último caso con 1.000 euros de multa y la pérdida de 6 puntos.

Además, conducir un vehículo a motor o ciclomotor habiendo perdido la totalidad de los puntos asignados legalmente, lleva consigo la detención de su conductor como presunto autor de delito contra la seguridad vial, castigado con penas de prisión de 3 a 6 meses o multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días.

En todos los casos, los vehículos afectados son inmovilizados hasta que sus conductores se encuentran en condiciones de proseguir viaje, una vez que han rebajado el nivel de alcoholemia o desaparecido la presencia de drogas, o bien se hagan cargo otros conductores habilitados y previa realización de las pruebas oportunas.