Casi ningún vecino de Cabriel, 27, en Palma-Palmilla, recuerda cuándo este edificio de 12 plantas y 52 viviendas tuvo una vida normal. Con portero, ascensores, puertas, buzones, paredes limpias, luz.
Bienvenido sube a la planta 13 por las escaleras desde hace 15 años; lo mismo Jesús, uno de los 50 niños del bloque;Juan, epiléptico y operado del hígado, un pulmón y el bazo, se marchó con su hija hace un año tras caerse al tropezar con una rata. Y María, y Luisa...
Y así cada uno contaba ayer sus desgracias en un vestíbulo lleno de porquerías cuando se cumplen ya seis meses desde que no tienen luz en sus pisos. Explotó el transformador por tantos enganches ilegales y desde entonces van con linternas. Se las dio el Ayuntamiento.
Endesa no quiere reenganchar si no se arregla el bloque. Y el problema es qué administración lo hace.
Ni la Junta, dueña del bloque, sabe quién vive en cada piso. Hace 20 años entregó las viviendas con opción a compra, pero sólo quedan siete familias legales; el resto se fue metiendo y ahora las alquilan a inmigrantes por 400 euros.
El Ayuntamiento iba a rehabilitar el edificio, dentro del plan de mejora de Huerta Nueva, pero los inquilinos no tenían su 10%, como le exige el Consistorio a todos los propietarios. La Junta dijo en julio que lo ponía, pero aún no lo ha formalizado sobre papel.
Fuentes municipales aseguraron que no tienen ningún inconveniente si la Junta paga el 10% prometido.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios